Imagen aérea del puerto de Palma.

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La construcción de un gran dique exterior para el atraque de petroleros, el traslado de la reparación de yates al Muelle de San Carlos y el Dique del Oeste o la dedicación de unas seis hectáreas del Moll Vell para el uso de la ciudadanía son algunas de las novedades que aparecen en el plan de usos y funciones que proyecta la Autoridad Portuaria de Baleares para el puerto de Palma, tal y como avanza este viernes Gaceta Náutica.

La propuesta, según este mismo medio, cuenta con ya con el visto bueno de las principales instituciones de Baleares y de Puertos del Estado, y, en el caso de que prospere, se proyectan algunos importantes cambios de usos en el puerto palmesano, y algunas modificaciones estructurales, como el ensanche externo del primer tramo del Dique del Oeste, lo que supondría ganar espacio al mar y aumentar su superficie en casi 11 hectáreas.

No obstante, señala que sin duda la que es quizá la iniciativa más controvertida y ambiciosa es la que requeriría de una inyección económica extra: la construcción de un nuevo dique exterior para la llegada de petroleros a Palma. Con esta acción, al parecer, el nuevo proyecto quiere reforzar y garantizar la seguridad en el interior de la dársena.

Esta acción, subrayan, impediría que volvieran a repetirse sucesos como el del pasado verano, cuando un crucero con miles de pasajeros en el Moll de Ponent sufrió una rotura de las amarras y acabó impactando contra un petrolero que en esos momentos estaba realizando una extracción de carga.

El proyecto liderado por el actual presidente de la APB, Javier Sanz, ha sido bien valorado, pero con algunos apreciaciones técnicas por parte de los operadores portuarios del sector de la reparación y las compañías navieras.