Hace unos días publicábamos que la mallorquina Melani Costa ponía punto y final a su brillante carrera como nadadora. La propia protagonista lo contaba con todo lujo de detalles en un reportaje que le hicieron Julián Aguirre, como fotógrafo, y Fernando Fernández, como redactor. Fue, además, un reportaje que tuvo repercusión nacional, como todo lo que tiene que ver con Melani.
Al igual que otras informaciones, esta también tuvo su ‘cómo lo hicimos', que es la parte que el lector desconoce porque nadie se la cuenta. Pues bien, os comentamos brevemente que los tres quedaron a una hora en concreto en las piscinas de Son Hugo, lugar a donde Melani llegó cargada con una caja que contenía sus medallas. O mejor dicho, una parte de las medallas que ha conseguido a lo largo de su carrera deportiva, que como ven (y eso que no estaban todas), han sido muchas.
Pues bien, Fernando estaba esperando a Melani con Julián y cuando ella llegó le cogió la caja, que pesaba lo suyo, y la trasladó hasta el lugar adecuado. Una vez que estaba todo controlado, Melani pasó al vestuario y se cambió los pantalones de chandal gris con rayas a juego con el color de la camiseta, por el bañador. Salió y dijo: «¡Ale, chicos! Cuando queráis». Como cada uno de los tres es un profesional en lo suyo, entre fotografías y preguntas el magnífico reportaje quedó listo en media hora.
Sexta Olimpiada
l Por cierto, a lo dicho hay que añadir una cosa más. Fernando Fernández viajará dentro de unas semanas a Francia como enviado especial de Ultima Hora a los Juegos Olímpicos. ¡Y lo hará por sexta vez, que ya es decir! El periodista comenzó a cronicar las Olimpiadas en Atenas (2004), siguiendo por Pekín (2008), Londres (2012), Río de Janeiro (2016) y Tokio (2020). Y como en las anteriores ocasiones, va solo a buscarse la vida, eso sí, con las acreditaciones que le da el Comité Olímpico que le abrirán las puertas de los estadios y los albergues de los atletas. Pero, repito, irá solo, lo que significa que unos Juegos Olímpicos más se tendrá que buscar la vida.
Hay que decir que desde Mallorca también viaja otro colega, Pedro Fullana, pero por la Cadena Ser a nivel nacional. Es decir, que se verán, sí, pero cada cual irá a su bola, aunque si se tienen que echar una mano, se la echarán. Como se ha hecho siempre, hoy por ti y mañana por mí.
Envidia sana
A Fernando le deseamos lo mejor, sobre todo que durante los JJOO reine la paz y la concordia en aquel país y que a diario nos cuente el paso de los atletas mallorquines por los escenarios en los que tengan que disputar las pruebas. Que, por cierto, no va a ser un solo escenario, ya que a veces serán varios y no siempre en la misma ciudad. Por ello imaginamos que Fernando ya se habrá hecho con todo tipo de mapas y horarios de autobuses y trenes para llegar, ver y cronicar. Y si al día siguiente ha de cambiar de escenario, pues seguro que también lo tiene previsto. Sin embargo –y él lo sabe–, nada es igual a lo que fue ni a lo que parece que pueda ser. Y es que el día a día de un enviado especial es muy complicado y más si a nada que termina la prueba tiene que contar lo que ha ocurrido en ella.
Eso sí, ¡cuánta envidia nos das compañero! Nos iríamos contigo, aunque fuera para llevarte el ordenador.
Interesa en Galicia
La voz de Galicia se ha hecho eco del viaje que está haciendo nuestro paisano Jaume Covas a Asia en bicicleta. Es un recorrido que inició en Barcelona y que tiene como destino final la antigua Birmania, conocida hoy como Myanmar. Si todavía no ha logrado llegar allí es porque en este país hay problemas con la guerrilla, por lo que ha tenido que quedarse en la frontera, en territorio tailandés, a la espera de que la situación mejore para poder entrar.
Jaume le cuenta a un compañero gallego lo que le ha ido ocurriendo a lo largo del viaje: con quién se ha encontrado, a qué problemas ha tenido que hacer frente... Nos alegra que lo que está haciendo el mallorquín interese en medios de comunicación del país. Y nos alegra, entre otras cosas, porque lo que está llevando a cabo lo hace casi siempre en soledad, salvo cuando ha hecho parada y fonda en los finales de etapa, que no siempre, o cuando ha recorrido tramos, largos o menos largos, con otros ciclistas que ha encontrado en el camino. Y está haciendo todo este recorrido por el simple hecho de hacerlo, porque la antigua Birmania, que conoció a raíz de leer 1984 de George Orwell, le atrajo por encima de otros países, incluso Australia, a dónde tenía pensado ir. Y lo hizo también por solidaridad, con el objetivo de ir a ayudar a quién lo necesita. Algo que ya hizo hace siete años, la primera vez que estuvo allí, y que ahora estaría haciendo de no ser por el conflicto apuntado. Aunque desde donde está ahora, un punto de la frontera, intenta colaborar lo máximo posible.
Ni que decir tiene que a nuestro paisano le deseamos lo mejor y que pronto contaremos con él para que nos cuente lo que hace.
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