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«Cada año nos envían más alumnos y el colegio hace tiempo que se nos ha quedado pequeño; así no podemos dar una educación de calidad. Aunque la relación es buena, la inmensa mayoría de familias tienen dificultades económicas, y eso complica más la atención que debemos dedicar a cada niño», asegura Marga Ballester, que es maestra de 1º de primaria en el CEIP Santa Isabel.

El centro, ubicado en la barriada palmesana de Els Hostalets, cuenta con unos 400 alumnos, de los cuales 160 se quedan cada día en el comedor. La mayoría pueden hacerlo porque están becados por la Conselleria d’Educació debido a que viven en hogares con dificultades para llegar a fin de mes. Sin embargo, esta situación obliga a que los alumnos de Infantil coman en sus aulas y que el resto pasen por el diminuto comedor del centro en dos turnos. De lo contrario, tendrían que hacer tres.

La sala es tan reducida que incluso tienen que usar una aula contigua para ganar espacio por cada tanda, explica Margarita Cortés mientras muestra el cuartito que tiene para preparar la comida que reciben de la empresa de catering. «Hay muy poco espacio para gestionar tanta comida y fregar todos los platos y vasos, aunque te garantizo que quedan impolutos», asegura orgullosa la responsable del comedor, que lleva 22 años en el colegio. «Cuando empecé esto no era así», añade.

El CEIP Santa Isabel es un centro preferente, motivo por el cual muchos alumnos están becados. El precio del comedor está ahora en 6,15 euros, cuando el año pasado rondaba los 5,60. Balears, de hecho, es la comunidad con los menús de la enseñanza pública más caros, con 7 euros, de media, según datos del año pasado publicados por la Federació d’Associacions de Pares i Mares (FAPA) de Mallorca.

Dificultades educativas

Durante la visita al centro, Marisa Marín, que también es maestra, saca unos minutos para atender a este diario en el pasillo, convertido en una extensión de su aula. «En esta planta tenemos suerte y podemos usar este espacio adicional porque no es de tránsito, pero en las clases de arriba no se puede. Eso nos impide hacer trabajos cooperativos, genera problemas de comportamientos por la falta de espacio y algunos que tienen dificultades para concentrarse lo pasan peor», lamenta la docente, y advierte que con estas condiciones «no se pueden cumplir las expectativas de la Lomloe».

La falta de espacio también obliga a que el pequeño gimnasio que hay en los bajos del centro, solo lo puedan usar los alumnos de Infantil. El resto, usan el porche del patio, incluso cuando llueve en invierno, explica la directora, Nuria Pontes, que la pasada legislatura denunció todos estos problemas en diversas ocasiones ante la Conselleria. Desde el Govern informan que el conseller Antoni Vera empezará a visitar todos los centros de Palma en breve, una vez finalizado el tour que ha realizado por las Islas. Las visitas permitirán recoger las demandas que trasladen los responsables a Educació.