Imagen de una zona inundada en el Pla de Sant Jordi. | Fernando Fernández

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La fuerte tormenta caída en la tarde del martes sobre el Pla de Sant Jordi, la Playa de Palma y el aeropuerto de Son Sant Joan inundó de manera espectacular algunas de las zonas rurales, provocando temor ante la posibilidad de la pérdida de los cultivos, pero también entre los vecinos temor ante una nueva plaga de mosquitos, comunes o tigre, a consecuencia del agua estancada y el aumento de las temperaturas durante la mañana de este jueves.

La reciente fumigación realizada por el Ajuntament de Palma en el Pla de Sant Jordi entraba dentro de la estrategia para detener esta amenaza, y desde Cort confirman que, pese a que están vigilando la situación tras las fuertes precipitaciones, dejaron claro que resulta complicado que pueda haber una plaga. «Fumigando, las larvas mueren ese día. El efecto del larvicida es rápido y por eso actuamos con un helicóptero, para cubrir unas 40 hectáreas y tener una mayor efectividad», explicaba la directora general de Sanidad, Consumo, Mercados y Ferias del Ajuntament de Palma, Mari Carmen Esparza.

De la misma manera, además de reiterar el control ejercido sobre la zona, «si vuelve a haber un aumento o aparecen de nuevo los mosquitos, se actuará de nuevo», calmando así los ánimos de vecinos del Pla de Sant Jordi y agricultores, inquietos ante los efectos de esas inesperadas y fuertes lluvias sobre esa zona del municipio de Palma. «El periodo de incubación de las larvas es de cinco días y hace unos diez que se intervino. Se llegó a tiempo», añade Esparza, que destacó a la vez que el agua caída «era fría», lo que resta potencial de crecimiento a esas larvas y, en consecuencia, a la posibilidad de unas plagas que los vecinos de barriadas como Sant Jordi o Es Pil·larí han denunciado en multitud de ocasiones.