El doctor Carlos Jiménez, en el Hospital de Inca. | Teresa Ayuga

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El doctor Carlos Jiménez ha visto evolucionar un programa muy nuevo en las Islas pero que está teniendo unos resultados muy favorables para una de las enfermedades que aumentarán con creces en los próximos 10 años: la obesidad mórbida. «El origen de esta enfermedad no es solo la comida, sino que es multifactorial», recuerda el cirujano general y de Aparato Digestivo del Hospital de Inca.

La cirugía bariátrica a veces se convierte en la única solución para mejorar la vida de los pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 40 o, en algunas ocasiones, a 35. El Hospital de Inca inició este programa pionero en 2020, que combinaba ejercicios físicos preoperatorios y postoperatorios en su centro deportivo, pionero en Baleares. Sin embargo, no fue hasta un año después, 2021, cuando se dieron «las condiciones aptas» para empezar a valorar casos y a realizar cirugías. Hasta la fecha, el diagnóstico es «muy positivo» y cada año se realizan alrededor de 90 cirugías bariátricas.

«La idea de preparar a la persona físicamente antes de entrar en el quirófano es intentar fortalecer los músculos del paciente, para que llegue con mejor calidad, motivados y con algunos kilos de menos», explica el doctor Jiménez. Sin embargo, no siempre la operación es el único fin.

Desde el equipo de especialistas –en el que no solo entra el cirujano general, sino también nutricionistas, endocrinos o incluso psiquiatras–, valoran caso por caso. «La obesidad es una enfermedad muy compleja, altamente recidivante», destaca el cirujano. Por eso, los criterios para la cirugía bariátrica son exigentes, y hasta determinar una solución el paciente pasa por las manos de un equipo multidisciplinar. La primera opción que se plantea, según Jiménez, es el tratamiento médico.

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«Este tipo de pauta médica viene acompañada de una dieta. Hacemos un seguimiento de seis meses para valorar si se han logrado los objetivos o si la enfermedad –la obesidad mórbida– viene acompañada de otras enfermedades, y en la mayoría de casos es así». Así las cosas, depende de la persona, su estado físico y los años con que cuente, el tratamiento médico puede ser muy efectivo o no. En el último caso, se opta por la cirugía bariátrica. La media de edad de las personas que requieren esta intervención ronda entre los 40 y 55 años.

Este tipo de cirugía puede variar en función de las necesidades de cada paciente. Las intervenciones más comunes, y que se dan en la mayoría de casos, son la gastrectomía vertical, que comúnmente se conoce como reducción de estómago, o el baypass gástrico, una cirugía combinada que busca restringir la absorción de alimentos. En menor medida, se realizan otras cirugías como la colocación del globo intragástrico.

Una enfermedad en aumento
Se espera que para el año 2035 la obesidad aumente un 50 % en muchos países. En España se estima un incremento del sobrepeso de un 45 % y de la obesidad, un 20 %, según los datos que se barajaron en el último congreso de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad en Oviedo y que recogió el cirujano Carlos Jiménez.

Lo más preocupante será la obesidad infantil. Un tema sobre el que ya se trabaja para reducir la tasa a largo plazo. Cuando hablamos de intervenciones bariátricas, el doctor recalca la importancia del seguimiento y apoyo continuado del paciente. «Este proceso es largo, ya que después hay un control durante cinco meses». El resultado que da el doctor es esperanzador: «Con estas cirugías se garantiza reducir el 50 % de exceso de peso». Así, hay pacientes que pueden perder entre 40 y 50 kilos solo el primer año del postoperatorio.

Lo más importante es conseguir que el paciente no recaiga. Por eso el doctor destaca la importante labor que tiene que hacer tanto la persona como el equipo médico que le atiende para garantizar «grandes resultados» a largo plazo. «Tenemos pacientes que han sido operados hace cuatro o cinco años y que mantienen un peso correcto», puntualiza el doctor.