Desde el citado Ministerio han explicado que «las zonas meteoalerta son zonas de referencia geográfica utilizadas por Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como nivel territorial para los avisos de calor extremo, que complementa al nivel provincial utilizado en planes anteriores. El cálculo de los nuevos umbrales por zona meteoalerta ha sido realizado por el Grupo de Investigación en Cambio Climático Salud y Medio Ambiente Urbano, del Instituto de Salud Carlos III».
Julio Díaz, uno de los técnicos del Instituto de Salud Carlos III, que ha participado en la elaboración de este plan explica que ha sido muy complejo, ya que se han tenido que coordinar tres ministerios. En este punto, explica que a raíz de la ola de calor del año 2004, que se cobró 70.000 muertes en Europa, la entonces ministra de Sanidad Ana Pastor encargó la elaboración e un plan de prevención. «A partir de 2004 sabemos que hay tres cosas que influyen en la mortalidad por calor: además de la temperatura, lo hacen la renta y el carácter rural o urbano».
A partir del año 2014 la Aemet activa sus alertas meteorológicas y el Ministerio de Sanidad las sanitarias. En el ejercicio 2015 se pidió una unificación y eso es lo que se ha tratado hacer con este plan. Sin embargo, sólo ha sido posible en la mitad de las provincias, Baleares entre ellas. Lo que han hecho los expertos es coger las temperaturas y aquellas que superan el 95 % son a partir de las cuales se activa la alerta por calor. Es lo que se conoce como el percentil 95 y en el caso de las Islas coincide el del Ministerio con la Aemet.
Alertas en Mallorca
El citado técnico del Instituto de Salud Carlos III señala que en Mallorca antes había una única temperatura, los 34,4º del aeropuerto de Palma. Sin embargo, ahora se ha dividido en cinco zonas. En el norte y nordeste se activan a partir de los 34,8º; en el interior, de los 35,9º; en el sur, de los 34,4º; y en el levante, de los 34,3º. A su modo de ver, esta territorialización es muy importante, ya que hasta la fecha entraban en vigor avisos en zonas en los que no era necesario, lo que implicaba un mal uso de los recursos. Por citar un ejemplo, si en Son Sant Joan se llegaba a los 34,4º toda la Isla estaba en alerta, aunque en el norte hubiese 30º; o viceversa, si en el aeropuerto había 30º y en el norte 36º no activaba el aviso en una zona que sí lo necesitaba.
Así aumenta la mortalidad
Por cada grado que la temperatura ambiente supera esos umbrales, el riesgo de mortalidad atribuible al calor crece entre un 9,1 % y un 10,7 %, es decir, por cada día que hay un episodio de calor extremo, la mortalidad se incrementa en tres defunciones al día, de media. En función del número de días en los que se superan esos umbrales, el plan prevé cuatro niveles de riesgo, del 0 al 3. Cada uno de ellos recoge una serie de medidas, principalmente informativas, para coordinar a todos los agentes implicados: ministerios, gobiernos autonómicos, sanitarios, servicios sociales, etc.
Díaz expone que en Baleares hay poca mortalidad por calor «porque hay poca población». De hecho, el MoMo precisa que el año pasado únicamente se dio un caso. Además, el citado experto destaca que en la última década se han reducido los días de ola de calor en las Islas, concretamente en cuatro. «Baleares es donde más han bajado los días de olas de calor con impacto en la salud», concluye el citado experto.
2 comentarios
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En unos días será verano y hace calor. Si estuviera nevando y a 0° C sería mucho más preocupante.
Estamos jodidos