Una celadora empuja una cama por el pasillo central del hospital Can Misses. | D.E.

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El sindicato de Enfermería SATSE ha vuelto a hacer su ejercicio anual de calcular cuántas camas cerrará el IB-Salut en los hospitales públicos este verano: un total de 146. El motivo, como es habitual, es la falta de personal sanitario para cubrir las ratios de pacientes necesarias en una época de vacaciones de los profesionales. Sin embargo, «habrá un momento en que se van a necesitar y aunque este año nos han dicho que las irán abriendo, no hay gente para atenderlas sin que haya sobrecarga», explica Erlina Vijande, delegada sindical en Son Espases.

El hospital de referencia ha cerrado 52 plazas en junio y llegará a las 88 en julio y agosto. Son Llàtzer prescindirá de 53 camas, el Joan March de otras 17 y el hospital comarcal de Inca cerrará dos camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

La cifra no supone una gran diferencia con años anteriores, «el problema es que no hay más enfermeras por contratar. Están todos dados y buscan por debajo de las piedras», lamenta Vijalde. «Hemos calculado que un 20 % de la contratación que haría falta no se conseguirá dar, es el problema», añade.

Desde SATSE proponen ofrecer en Mallorca el mismo complemento de plazas de difícil cobertura que ya se está dando en Menorca y Eivissa, «hay que planteárselo porque a nadie le compensa venir a vivir aquí si en la Península tiene las mismas o mejores condiciones», alegan. Y todo es fruto de un problema que lejos de resolverse va a más, el alto nivel de vida de las Islas y la falta de vivienda.

Por otra parte, el hecho de no cubrir las plazas necesarias conlleva una sobrecarga para quienes sí trabajan, que hace menos atractivo el puesto. «Todos los veranos es lo mismo y nunca hay un plan de contingencia, ya hemos asumido que siempre va a ser así». Quienes más padecen las consecuencias es el personal eventual que va encadenando contratos sin posibilidad de disfrutar de vacaciones.