Aina Aguiló. | Click

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Aina Aguiló, funcionaria del estado -es maestra de primera enseñanza-, ex diputada del PP y fundadora del partido SUMAN, ha vivido los últimos cuatro años alejada de la política activa, en Madrid. Desde hace unos meses, ha regresado a Palma, donde sigue ejerciendo la enseñanza en un colegio, con la política más allá de su horizonte, lo que no significa, pero, que algún día pueda volver a ella.

-¿Por qué se fue a Madrid?
-Mi salida de Palma fue una salida política por miedo a que Francina Armengol enviara a su gente de confianza a mi aula para que me abriera expediente. Ante este temor, pedí asilo político a la Consejería de Educación de Madrid, pues, como digo, me entró el miedo. Sí, me fui aterrada de aquí.

-Pero, ¿por qué tenía miedo?
-Vamos a ver… Sin hacer nada malo, te pueden mandar un inspector, y como yo me metí mucho con Armengol, dado que en el Parlament de les Illes yo venía a ser como un ariete contra ella. Un día me hice el siguiente planteamiento: si esta señora gobierna en Baleares algún día, como la conozco y sé que es mala, es una persona retorcida, …. pues igual toma represalias contra mi. Yo, por entonces, ya no estaba en la política, sino que ejercía como maestra en el colegio de Santa Isabel, dando las clases en catalán y en castellano, que daba igual, pero... te puedes equivocar en cualquier cosa y te abren un expediente, y ya te has metido en un lío. Vamos, que te pueden hasta suspender de empleo y sueldo… Por eso temí que, sin hacer nada, me enviara a alguien… Y pues que por eso decidí marcharme, pidiendo asilo político en Madrid.

-¿En Madrid, la destinaron a alguna escuela?
-Como llegué en calidad de comisión de servicios, por mis conocimientos me destinaron al Gabinete de Acoso escolar, y luego empecé a trabajar como colaboradora en Subinspección Educativa de Madrid. Y por las tardes trabajé en la Secretaria General Técnica del Foro España Cívica, preparando actos de presentación de libros, conferencias, entrega de premios, etc., asistiendo, a ellos, terminando a veces pasadas las diez de la noche, para al día siguiente, levantarme a la seis de la mañana para realizar mi labor docente.

-¿Cómo terminó con el PP Palma?
-Terminé muy bien. Y eso que me habían expedientado, pero estos expedientes, concretamente tres, se ventilaron por falta de pruebas. Vamos, que se demostró que jurídicamente no eran aptos.

-¿Quién le abrió los expedientes? ¿Alguien en concreto?
-Sí, alguien. Pero no vale la pena mencionarlos, pues, como digo, ha pasado el tiempo y todo ha quedado aclarado. Además, ahora me llevo muy bien con la gente de este partido.

-Ahora que ha conocido el PP de Ayuso por haber trabajado en la comunidad que esta preside, ¿cómo lo ve: parecido, mejor o peor que el de Baleares?
-Yo diría que me gusta más el de Ayuso que el de Baleares. Es menos complicado. Ellos hace muchos años que están ahí, gobernando, por tanto tienen las cosas mucho más claras, sobre todo en Educación. Y lo digo con conocimiento de causa, ya que estuve luchando mucho por la Educación de aquí en mis tiempos de diputada, para lo cual tuve que acogerme a lo que se denomina comisión de servicios.

-Tras su paso por Madrid, ¿volvería a la política balear?
-Es que cuando comparamos Baleares con Madrid, nos damos cuenta de que aquí hay muchas cosas por hacer, mucho trabajo que llevar a cabo -responde, evitando el sí o el no-. Porque con tantos años de Hila, en Cort, y Armengol, en el Govern, hay que trabajar mucho, tanto que no bastará una legislatura para dejar las cosas en orden. Y es que lo barrios se caen, la parte educativa está mal, no hay libertad en la Educación, ni – matiza- en la lengua ni en la pedagogía… Además, ambos han dejado los cajones vacíos, y Palma, porque más que de la Comunidad en si puedo hablar de Palma, necesita, no diré que un Plan Mirall, pero si un plan de una gran envergadura. Y eso no lo podemos cargar sobre los hombros del actual alcalde, ya que no es Superman, sino una persona a la que hay que dar su tiempo para poner orden en el desorden encontrado, y luego poner en marcha proyectos en beneficio de la ciudadanía…

-Pero… insisto: ¿volvería a la política?
-Como colaboradora, pero no para estar en primera fila. En Madrid he colaborado con el PP.

-De acuerdo, pero supongamos que desde el PP la llaman y le dicen que le van a dar un cargo, y que vaya preparándose, que va a ir en las próximas listas ¿Qué contesta?
-Es muy difícil responder a eso ahora, ya que todavía estoy dolida, puesto que me maltrataron muchísimo, ... Después, a través de Suman, me hice amiga de ellos… Sobre todo los que votaron a Suman.

-¿Significa eso que algunos de un partido, por no votar a su candidato por no pensar cómo él, o no considerarlo el ideal, votan a otro partido?
-A veces pasa eso, sí. Es lo que se suele denominar trasvase de votos

-¿A usted le consta que hubo peperos que votaron a Suman, partido que fundó tras abandonar el PP?
-Pues sí. Hubo gente del PP que votó a Suman porque en aquel tiempo el partido, me refiero al PP, había cambiado.

-¿Qué opina de este extraño pacto en Cort entre PP y Vox, el de tú no me das ningún cargo, pero yo te apoyo, que es más o menos lo que le ha dicho Vox al PP?
-Esto lo hicieron en Madrid. Pero como en las nuevas elecciones ganó Ayuso, ahora ese pacto ya no existe.

-Sí, pero una cosa es Madrid y otra Palma… ¿Le parece bien un pacto así, como el que hay entre ambos partidos: Vox apoyando al PP a cambio de nada y encima, estos, a veces, criticándolo…O criticándose entre si?
-Bueno, pero es que los partidos tienen que solucionar sus problemas, y Vox, en estos momentos, tiene muchos. Por ello, al PP no le debe de ser fácil seguir el ritmo de Vox, precisamente por los problemas internos que tiene.

-De acuerdo, pero Vox le puede plantear al PP lo siguiente: yo tengo concejales suficientes para que tu gobiernes tranquilamente con mi apoyo, pero si no me das cargos, es decir, concejalías, no es que me vaya con el Pacte, es que no te apoyo, te dejo en minoría y apáñatelas.
-Sí, vale… Pero es que Vox es populismo y nosotros por lo que abogamos es por un centro, formado por un centroderecha con un centroizquierda. A los socialistas que ahora no están con Sánchez les encantaría que en el Congreso de los Diputados se unieran centroderecha con centroizquierda, como se hace en Europa, y se gobernara así, nunca a base de los populismos, ya que desde estos es muy fácil hablar, pero a la hora de ponerse a trabajar, es otra cosa. Por ejemplo: con el conflicto lingüístico en las aulas llevamos cuatro décadas, por lo cual no podemos pretender que Marga Prohens o Toni Vera, en cuatro años, lo solucionen. Por eso, a través del Foro España Cívica les hemos propuesto la Mesa de Negociación de la Sociedad Civil, con la que no llegaremos a la solución en un año, ni en dos, ni puede que en tres, sino que será cuestión de años, pero que con el diálogo lo conseguiremos

- Como ha dicho, pertenece al Foro España Cívica, lo cual para Sánchez podría ser uno más de los componentes de la denominada fachosfera, sinónimo de extremaderecha pura, facha total, creadores de bulos…
-Es que yo soy facha….

-¿En qué sentido es facha…?
-A mí, por ejemplo, no me gusta el lío que ha montado Irene Montero, no me gusta Sánchez, ni todos los líos que está organizando… Y si eso significa ser facha, si eso significa pertenecer a la fachosfera, pues yo pertenezco a la fachosfera. Porque, ¿qué me gusta…? Me gusta lo moderado, la ausencia de crispación, que la sociedad pueda vivir tranquila, que para eso paganos a los políticos, para que nos gobiernen. Por eso, a nosotros nos tienen que dejar tranquilos. No tienen por qué crispar a la sociedad… Y esta gente está crispando a la sociedad, se están metiendo en leyes, creando leyes impensables hasta no hace mucho, están atacando a los jueces, a los medios de comunicación que no piensan como ellos…

-¿Qué opina de Sánchez?
-Yo creo que con el tiempo acabará en un banquillo. Y sino, tiempo al tiempo.

-¿Y eso por qué?
-Por todo. Por la corrupción, por lo que esta conlleva, por el caso Koldo, … Por todo que está saliendo en prensa. Porque torres más altas han caído. Por eso digo que le veo en un banquillo.

-¿Crees que los partidos catalanes y vascos están chantajeando a Sánchez?
-Completamente. O les apoya, o no votan a su favor. Y Sánchez, por no dejar de ser quién es, les apoya. Porque si Sánchez no fuera Sánchez, sino socialista, obrero y español, no se hubiera asociado con esta gente, sino que se hubiera puesto de acuerdo y pactado con Feijóo, por encabezar la lista más votada. Sin embargo, ha optado por el otro camino, pactar con los separatistas para mantenerse en la Moncloa, lo cual se traduce en que España está saliendo a diario en los medios de comunicación nacionales e internacionales, y no parta bien. Está decayendo la economía. Esta cayendo todo … lo que antes valía un euro ahora vale dos, o tres.

-Cambiando de tema, ¿no cree que el político, en el momento que toca moqueta y se sienta en el sillón, cambia, es decir, se olvida del ciudadano?
-Depende del político. Yo creo que el político, cuando menos, debe de tener un bagaje cultural, un querer estar en la calle viendo lo que pasa, o lo que es lo mismo, estar cerca del ciudadano. Tampoco creo que los políticos jóvenes por el simple hecho de serlo, no creo en las jóvenes promesas… Mira, si no, lo que pasó con Albert Ribera, la joven promesa. ¿Qué hizo? ¿Dónde está ahora? Por eso creo en personas centradas, que conocen el mundo exterior, que hablan claro y que no olvidan que han sido elegidas por el pueblo para que trabajen para él. Por tanto, menos fiestas, menos ir a inauguraciones, menos macro proyectos, más despacho y, sobre todo, más calle interesándose por las necesidades del ciudadano. En Palma, por ejemplo, no se pude andar por las aceras porque están en mal estado, no hay seguridad, no se ve policía.

-Acabemos, ¿qué opinas de lo sucedido el lunes en el Parlament, donde menos agredirse físicamente pasó de todo?
-Pues que eso es la resultante de los políticos que tenemos, políticos que hemos elegido. Es la partidocracia. Tú te tienes que ganar tu silla, y a partir de ahí trabajar por el bien de todos. Por eso hemos de volver a los políticos cultos, con cintura política, dialogantes, serios, respetuosos, que ni se crispen ni crispen. Por otra parte, hay que tener en cuenta que siempre que gobierna la derecha, la izquierda se moviliza en la calle. Porque es lo único que saber hacer. Porque la izquierda ha nacido para movilizarse, aparte de que son muy disciplinados, y, encima, tienen paguitas, por lo cual les deben favores a los que mandan, cosa que no se puede decir de la derecha, a la que no es fácil movilizar, son más profesionales liberales, por tanto no deben pagar favores a nadie. ¿Que lo del lunes estaba preparado? No lo sé. Pero podría ser. Pero lo que no está bien es dar el espectáculo que se dio, convirtiendo el Parlamento en un Sálvame. Y eso lo está viendo la sociedad. Y todo porque de unos años a esta parte, casi todo es crispación, algo que se tendría que erradicar. Porque el pueblo ya está cansado.