Vista aérea de la Playa de Palma. | Europa Press - Clara Margais

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Baleares se ha elevado de un séptimo a un cuarto puesto en el monitor de competitividad turística en España que elabora Exceltur, que ha destacado «su esfuerzo por mantener la sostenibilidad de su modelo turístico». En el ránking Baleares se sitúa por detrás de Madrid, Canarias y País Vasco, y por delante de Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana.

En esta edición de 2023, publicada este martes, Baleares mejora respecto a 2018 en los apartados de diversificación y estructuración de productos turísticos, ordenación y condicionantes competitivos del espacio turístico y prioridad política y gobernanza turística.

En el resto de apartados que analiza el monitor, Baleares no ha perdido puestos, siendo la atracción de talento y la formación, junto al desempeño económico, los ámbitos donde presenta mayor fortaleza. La visión de márketing estratégico y apoyo comercial es donde obtiene peor resultado, en el puesto 12º de las CCAA.

Exceltur sitúa a Baleares como Comunidad de referencia en cuanto capacidad alojativa por ser la «más avanzada en la medición periódica y su consecuente gestión de la carga turística, habiendo establecido un límite cuantitativo de plazas turísticas de alojamiento y su comercialización a través de un mercado de plazas (gestionado administrativamente)».

Además, resalta que haya trasladado a su ordenamiento legal, a través de la ley de 2022, «la necesidad de integrar los principios de la sostenibilidad y la circularidad en el ámbito de la gestión turística tanto en las empresas como en los propios destinos». Con todo, la alianza turística desliza que su implementación «se hubiera visto reforzada y facilitada de haber contado con un mayor debate y consensos finales con las empresas turísticas involucradas en su puerta en marcha» .

Exceltur también valora que Baleares experimenta un fuerte impulso «resultado de la fuerte inversión privada en la mejora del producto como resultado de la ley de 2012». En este sentido, lamenta la falta de «instrumentos transformadores de carácter estructural a medio/largo plazo» en el conjunto de CCAA «como en su día fue la Ley de Turismo de Baleares de 2012, para impulsar la inversión privada en la regeneración y gradual reposicionamiento del conjunto de su oferta turística».