El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, sentado, durante la intervención del portavoz de Més, Jaume Alzamora. | M. À. Cañellas

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Los tres partidos de la oposición en el Consell de Mallorca, PSIB, Més y el PI, han aprovechado sus intervenciones en la segunda sesión del Debate de Política General para repasar las principales contradicciones del primer año de Llorenç Galmés al frente de la institución insular. «Usted venía a desatascar Mallorca. ¿Se acuerda de aquel eslogan que parecía un anuncio para desatascar cañerías? Pues un año después tenemos más atascos que nunca por toda la Isla, pero ahora solo habla de retenciones», le ha reprochado la portavoz del PSIB, Catalina Cladera, que ha sido la primera en intervenir.

«¿Por qué tras un año de gobierno todavía no han quitado el carril Bus-VAO? Ahora ya pone matices, y dice que cree en estos carriles, pero no en el que pusimos. Los taxistas ya le piden otro para la autopista de Andratx, donde hay enormes colas en determinadas horas», ha insistido la socialista, puesto que Galmés centró su campaña electoral en estos dos puntos y en aumentar la velocidad máxima permitida en la vía de cintura, algo que sí ha cumplido al subirla hasta los 100 kilómetros por hora.

Sobre el único anuncio que el presidente hizo el miércoles relativo a que el Consell acudirá a menos ferias, Cladera le ha felicitado, pero acto seguido le ha recordado que, si lo hubiera hecho el Pacte, les hubiera tachado de turismofóbicos. De hecho, es un calificativo que Galmés repitió mucho cuando estaba en la oposición. Aun así, le ha preguntado, sin obtener una respuesta, sobre si reducirá el presupuesto de la Fundació Mallorca Turisme, encargada de la promoción y que este año cuenta con 9,6 millones, la partida más alta de su historia. «Si no la rebajan, su medida no es creíble», ha añadido.

En cuanto a rebajar el tope de crecimiento turístico de Mallorca sin eliminar plazas existentes, como anunció hace unas semanas el presidente, Cladera le ha recordado que el acuerdo de PP y Vox preveía recuperar las plazas eliminadas la pasada legislatura. «Eso no es decrecer, como dijo, porque son plazas que todavía no se han creado», ha apuntado, aunque Galmés, en su turno, le ha recordado que la moratoria que paralizaba la creación de futuras plazas, que ahora su gobierno suprimirá, contenía muchas excepciones y que, en la práctica, se han seguido dando nuevas plazas.

Cladera ha terminado su intervención proponiendo a Galmés, como luego ha hecho el PI, que rompa con Vox. «Si da el paso le tiendo la mano para firmar tres acuerdos para limitar usos residenciales y turísticos en rústico; no crecer en más plazas y avancemos en reducir vehículos privados y aumentemos el transportes público», le ha dicho, aunque más tarde el presidente le ha respondido que su pacto con Vox es sólido. Al respecto, y antes de hacerle la propuesta, le ha dicho que es cómplice del fascismo y de los retrocesos en materia lingüística. «Han reducido las aportaciones a la OCB y Joves per la Llengua, y su socio ya dice que es el primer paso para eliminar unas ayudas que han salido adelante con el apoyo de la oposición», ha señalado la socialista.

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Consellers caídos y medidas continuistas

«Tres consellers que tomaron posesión el día de su investidura han acabado dimitiendo envueltos por un escándalo», le ha recordado a Galmés el portavoz de Més, Jaume Alzamora, en referencia a la consellera d'Hisenda, Pilar Bonet, por un presunto desfalco millonario adelantado por este diario; aun así, el caso no afectó a la gestión del Consell. Alzamora también se ha referido a que Raquel Sánchez tuvo que dejar su escaño por una incompatibilidad y que el conseller electo Jaume Porsell fue cesado por haber mentido sobre que tenía autorización para explotar turísticamente un chalet en Andratx.

Alzamora también ha considerado que las medidas que ha ido anunciando el presidente proceden de la pasada legislatura, que es cuando se pusieron en marcha y ahora se culminan, como la compra de la residencia de las Hermanitas de los Pobres, la apertura de la ermita de Bellpuig, el plan de aparcamientos disuasorios o la nueva estación de ITV de Calvià. «No tiene proyecto, todo son medidas continuistas», ha insistido.

El portavoz del PI, Antoni Salas, ha recriminado, en su intervención, que Galmés llegara al Consell con un discurso que promovía la «libertad para hacer negocio» pero ahora se haya dado cuenta de que tiene que «reformarlo todo». "Entre unos que le piden que acelere y otros que frene en seco, busque el equilibrio para no acabar estampados en una cuneta", ha señalado Salas, a la hora de plantearle que solicite el apoyo de su formación para consensuar restringir la actividad turística.

«Abandone el pacto con Vox y pacte con nosotros; le ayudaremos a llegar a consensos con todas las fuerzas políticas y solucionar problemas como la sobrepoblación, la falta de vivienda o de recursos», ha propuesto Salas, asegurando que él ha gobernado en minoría en su municipio, Costitx.

Lejos de entablar un diálogo y llegar a algún acuerdo, la sesión ha estado marcada por el enfrentamiento entre todas las partes. Ninguna ha dado brazo a torcer y ha defendido su posición a toda costa. La postura de Galmés ha sido defender con rotundidad que su gobierno está haciéndolo todo mejor que el Pacte y, como no deja de hacer desde que es presidente, reiteró que la sociedad mallorquina apostó por un cambio político que él representa. El líder 'popular' ha recordado aspectos de la pasada legislatura, como el escándalo de las menores tuteladas, la construcción de la autopista de Campos, que generó una disputa interna en el Pacte, o la polémica por la vacunación de la socialista Sofía Alonso, por la cual, inicialmente, Més pidió su dimisión.