Imagen de turistas en Palma | Pere Bota

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Baleares exigirá al Gobierno central de cara al próximo sistema de financiación más autonomía tributaria para establecer una política fiscal propia y una compensación mayor de los perjuicios de la insularidad para la competitividad del archipiélago. Estos serán algunos de los planteamientos esenciales con los que el Govern del PP acudirá al Consejo de Política Fiscal y Financiera que el Ministerio de Hacienda ha convocado para el próximo 15 de julio, según ha explicado este viernes el vicepresidente del ejecutivo autonómico, Antoni Costa.

«El Govern quiere tener la posibilidad de bajar los impuestos, y respetamos si otro Govern en el futuro quiere subir los impuestos», ha afirmado Costa. También ha señalado en concreto a la voluntad de que se transfiera a la Comunidad la gestión de los tributos de patrimonio, transmisiones y sucesiones.

Además, si se abre la negociación de un nuevo modelo de reparto de la recaudación común, el ejecutivo que preside Marga Prohens defenderá que la insularidad no está suficientemente «ponderada», al igual que no se contempla de manera justa lo que representa para las islas el constante aumento de la población y los costes generados por los millones de turistas que cada año viajan a Baleares. Costa ha señalado que otra de las reivindicaciones que planteará al Gobierno y al resto de comunidades es que en el reparto se mantenga la «ordinalidad».

Baleares, segunda región en recaudación, es la novena por la financiación que obtiene de la caja común, algo que debe corregirse, ha sostenido. Estos principios constituyen una «propuesta clarísima» que cuenta con «el máximo consenso de la sociedad civil» y que, ha confiado Costa, también debería tener el apoyo de todos los partidos políticos de las islas.