A lo largo de la noticia, instantáneas captadas por las cámaras de los voluntarios y trabajadores de la Fundación Barceló que pueden visitarse en la exposición que acoge la sede. | F.B.

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Decía Ryszard Kapuscinski, periodista, escritor, idealista y amigo de las causas perdidas que: «Si soñáis con ser periodistas no podéis ignorar a los pobres. La pobreza no tiene voz. Mi obligación es lograr que la voz de estas personas sea escuchada».

Y de eso trata La sombra del sol. Miradas, gentes y lugares, una exposición fotográfica realizada por trabajadores y voluntarios que participan en los proyectos de cooperación internacional de la Fundación Barceló. Esta noche abrirá sus puertas a partir de las 19.30 en su sede de la calle Sant Jaume y podrá visitarse de forma gratuita hasta el 19 de julio.

Lo relevante de esta muestra es que no se centra en detalles técnicos, más bien es una mirada humana y sensible de la experiencia de quienes han ido hasta las comunidades africanas en las que se desarrollan las iniciativas.

La cita de Kapuscinski no es casual, las imágenes están inspiradas en los textos y la experiencia del famoso reportero polaco. Advierten desde la Fundación Barceló que su enfoque humanístico y comprensión de las realidades «han guiado a nuestros fotógrafos a capturar la esencia de la vida en África, enfocándose en la humanidad compartida, la resiliencia y la esperanza que se encuentran en cada rincón del continente».

Historias personales

La muestra ofrece una mirada íntima y conmovedora de las vivencias y rutinas de las comunidades con las que los trabajadores y voluntarios de los proyectos de Cooperación Internacional de la Fundación Barceló colaboran en África.

Las imágenes que acompañan este texto son una pequeña muestra de la exposición que no sólo quiere poner de relieve la belleza y diversidad de este gran desconocido continente, sino las vivencias de quienes tomaron las fotografías, historias personales de quienes forman parte de los proyectos de desarrollo.

La muestra se abre al público general para quien quiera conocer algo más de estas experiencias de cooperación y solidaridad. Visitar esta exposición invitará a reflexionar sobre la interconexión global y a su vez sobre el impacto del trabajo de los colaboradores tiene en las comunidades africanas. Quien sabe si, además, despierta alguna nueva vocación entre el público, pues para cooperar siempre se está a tiempo.