Imagen de archivo de una actividad en una escoleta. | M. À. Cañellas

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La Federació d’Associacions de Famílies d’Alumnes de Mallorca (FAPA) ha reclamado la apertura de las escoletas municipales (0-3 años) en agosto, ante la circunstancia de que muchas de ellas cierran durante ese mes, dejando algunos municipios sin ninguna atención en este ámbito.

Para la FAPA, «el verano es una época en la que las familias tienen que buscar opciones para atender correctamente a sus hijos, combinando los horarios laborales de unos con las vacaciones escolares de los otros. Esta situación es más acuciante con los hijos más pequeños».

De este modo, la federación señala que «esta conciliación es más difícil en algunos municipios que en otros, pues en agosto muchas escoletas municipales están cerradas y las hay que dejan de funcionar desde el 15 de julio. Se da el caso de algunos municipios que tienen dos escoletas públicas y cierran una de ellas, tal es el caso de Llucmajor y Marratxí. Otros municipios deciden un cierre generalizado, que en el caso de Palma se aplica desde el 15 de julio. También actúan de esta manera Manacor, Inca o Sineu».

Para la FAPA, ni siquiera la oferta de escoletas privadas sirve para paliar la situación: «Se puede optar por las privadas si están abiertas. Los centros de este tipo informaron al Patronat d’Escoletes Infantils de Palma que el 80 % no abriría durante el mes de agosto».

La federación expresa su preocupación «por el hecho de que algunos municipios entiendan que su responsabilidad para atender a los niños de esta etapa no incluya todo el verano, dejando desatendidas precisamente a las familias que, con seguridad, más necesitan esa atención».

Por su parte, el sindicato STEI ha reclamado la creación de centros de Educación Infantil de 0-6 años, desligados de los colegios públicos de Infantil y Primaria, los llamados CEIP, «para dar coherencia pedagógica y calidad educativa a esa etapa».

En opinión del sindicato, «lo ideal sería crear centros de 0-6 años que acojan toda la Educación Infantil. Los CEIP alejan a los niños de 0-3 años del sentido de pertenencia y proximidad a sus centros, que tienen unas dimensiones desmesuradas».