Ana Espinosa y Mateu Ballester, coordinadora y presidente de Cruz Roja Baleares.

TW
1

En 2023 acudieron 53.478 personas a Cruz Roja Baleares, y aunque es el 5 % de la población balear significa un descenso del 8 % respecto al año anterior. «Interpretamos que en 2022 hubo una amplia intervención por el inicio de la guerra de Ucrania y porque en primer semestre todavía había intervenciones específicas por COVID», ha explicado Ana Espinosa, coordinadora autonómica de Creuz Roja en Baleares.

Y si bien el cómputo general disminuye, sí crecen las personas atendidas por problemas de extrema vulnerabilidad. El 41 % (22.407) fueron estos casos: gente mayor, mujeres con dificultad social, migrantes o solicitantes de asilo… Este perfil se ha incrementado un 64 % desde el año previo a la pandemia y crece en cada ejercicio.

En la presentación de la memoria anual se ha destacado también el esfuerzo para incorporar un enfoque comunitario en materia de salud y trabajar un nuevo problema cada vez más palpable, la soledad no deseada que ya no sólo se vincula a personas mayores sino también a mujeres, jóvenes o personas sin hogar. En este sentido, Cruz Roja Baleares participa en el proyecto experimental Crece, una iniciativa europea «en la que trabajamos e intervenimos en diferentes grupos de población», ha avanzado Espinosa. «Cuando alguien tiene este sentimiento no es un fracaso personal sino de la comunidad, que tiene un papel de prevención. Es una dificultad que va a un aumento, ya hay dos países que tienen Ministerios de Soledad no deseada, Japón y Reino Unido», ha advertido.

Menas

Respecto a la polémica en el reparto por comunidades de menores extranjeros no acompañados (mena), los representantes de Cruz Roja han dicho que no tienen competencia en la distribución y que, en cualquier caso, en sus principios está «la neutralidad y la imparcialidad». Su tarea, dicen, es apoyar a esos menores, «intervenimos en situaciones de necesidad y entre los colectivos vulnerables, Cruz Roja es la entidad que, tras el aviso de los cuerpos de seguridad, realiza las primeras pruebas sanitarias a los inmigrantes irregulares que llegan en patera. «En atención de personas que llegan a costas, el año pasado hubo un leve descenso de un 12 %, pero en lo que llevamos de 2024 parece que hay un aumento comparándolo con el mismo periodo pero hasta que cerremos el año no sabemos la tendencia cuál será».