La presidenta del Govern, Marga Prohens, visitó este jueves la Fundación Aspace. | CAIB

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Con solo unos segundos de vídeo se podrá detectar si una persona con parálisis cerebral está sintiendo dolor, todo un desafío hasta ahora debido a las limitaciones en la comunicación, sin embargo se necesita ayuda para que pueda aplicarse.

El equipo de la Fundació Aspace, junto con investigadores y especialistas en inteligencia artificial de la Universitat de les Illes Balears (UIB), el Institut d'Investigació Sanitària y la Universidad Federal de Bahía (Brasil) han desarrollado el primer sistema de reconocimiento facial automatizado para detectar el dolor en parálisis cerebral y proyectan PainScan CP, una app que integra tecnología de inteligencia artificial para analizar vídeos cortos de expresiones faciales, ofreciendo una detección precisa.

Aspace Baleares busca colaboración para el lanzamiento de PainScan CP. Por un lado piden la participación de centros especializados y familias enviando vídeos que muestren a personas con parálisis cerebral en momentos de posible dolor para seguir mejorando los algoritmos de la aplicación. La duración mínima debería ser de unos 5 segundos y mostrar de forma clara un primer plano de la persona.

Por otro lado, solicitan la difusión del proyecto animando a la gente a compartir esta noticia para aumentar su visibilidad.

Y lo más importante es la necesidad de una financiación complementaria para desarrollar la aplicación, así como para su distribución global. Informan desde Aspace que los fondos permitirán realizar el mantenimiento, validación y mejora continua de la aplicación. Por este motivo el próximo mes de septiembre lanzarán un crowdfunding para hacer realidad la aplicación.

PainScan CP ofrecería varios beneficios significativos empezando por una mejora de la calidad de vida. Esta herramienta permite un tratamiento oportuno y mejora el bienestar general de las personas con parálisis cerebral que se prevé que sea extrapolable a otras alteraciones neurológicas severas.

Además podría reducir el estrés de las personas cuidadoras, ya que facilita la identificación del dolor y reduciría reduciendo la incertidumbre de interpretar las necesidades.

Por último se trata de un soporte para profesionales de la salud a quienes ayudaría en la evaluación médica, la planificación de un tratamiento y el cuidado del dolor.

La aplicación utilizará algoritmos avanzados de inteligencia artificial para analizar las expresiones faciales y el comportamiento de quien experimenta dolor y genera un informe que indica si realmente existe y el margen de precisión de esta observación, proporcionando una información valiosa para tomar decisiones.