Alfredo Serrano, director general en España de CLIA.

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Como director general de Cruise Lines International Association (CLIA), Alfredo Serrano (Madrid, 1963) está acostumbrado a ejercer de portavoz, a la vez que de paraguas, de un segmento sobre el que diluvia cada vez que resurge el debate sobre la saturación turística. Ante eso, reivindica que los cruceros se han quedado solos en el compromiso por limitar el crecimiento.

El segmento del turismo de cruceros está siempre entre los más cuestionados cuando se habla de saturación. ¿Qué aportaciones pueden hacer en la Mesa?
Creo que hay mucho desconocimiento en general con respecto a nuestro sector. Hay muchos cambios en los que estamos inmersos ahora mismo, como los relativos a sostenibilidad y protección del medio ambiente, y esa es una experiencia que nos gustaría aportar. Somos referentes en ese campo en el transporte marítimo y podemos ser un referente para el resto del sector turístico.

El pacto de reducción y limitación de llegadas suscrito en 2022 también podría ser una referencia ahora que se habla tanto de decrecimiento.
Sí y además hay que poner en valor el comportamiento del sector con el documento firmado con el Govern en 2022 -que por cierto, fue suscrito por las propias navieras, no por CLIA-, cuando se buscaba un aplanamiento de la curva y la reducción general del tráfico. El turismo creció en Mallorca un 7 % en 2023 con respecto a las cifras de antes de la pandemia y este año puede llegar a un 15 %, con lo que a finales de 2024 se habría producido un aumento del 22 %. Mientras tanto, ha habido un decrecimiento del 15 % en los cruceristas que han llegado. Hemos trabajado con el Govern para esta autorregulación y este decrecimiento que entendemos que es lo mismo que pretende este pacto con el resto de segmentos, por lo que estaremos encantados de compartir nuestra experiencia.

No ha habido acuerdos homologables al de Palma en ninguna otra parte.
No los ha habido en ninguna otro puerto, y por eso no ha sido un decrecimiento orgánico: en todos los puertos del Mediterráneo se ha producido una recuperación fuerte de las cifras previas a la pandemia y la única excepción es el puerto de Palma.

El acuerdo fijó un máximo de tres cruceros al día y con solo uno de ellos de más de 5.000 pasajeros. Ahora deben volver a sentarse para renovar el acuerdo. ¿Van a plantear un crecimiento?
En este momento lo que toca es dar un paso atrás. Toca ver cuál ha sido el impacto del este primer MoU (Memorándum de Entendimiento) y cuáles han sido sus consecuencias. ¿Es justificado que un sector se reduzca un 15 % mientras el resto está creciendo un 22 %?

¿Entonces su voluntad sería la de igualar el crecimiento al de los otros puertos? Lo digo porque a lo mejor no es el mejor momento para plantearlo...
No queremos ir con ningún apriorismo y siempre hemos demostrado nuestra voluntad de colaboración. Vamos a mirar los datos y a ver cómo acompaña en este esfuerzo el resto de la oferta. Poco sentido puede tener que un sector se reduzca un 15 % y ese hueco lo aprovechen otros. El objetivo que se pretendía, mitigar los inconvenientes para el residente, no se está cumpliendo.

¿Temen que las movilizaciones en la calle provoquen reacciones políticas a golpe de timón?
Me preocupa que haya tanto desconocimiento. He escuchado a gente diciendo que el año pasado fue un año récord para los cruceros, cuando tuvimos 1,8 millones de cruceristas en comparación con los 2,5 millones de 2019. Pedimos más rigor a los responsables políticos la hora de hacer declaraciones.

Se refiere a las declaraciones del alcalde de Palma. Desde Cort se ha propuesto además limitar o prohibir los cruceros de mayor tamaño e incrementar las tasas.
Parece que se ignora que los cruceros ya están pagando la ecotasa y que también pagan tasas por usar el puerto. Se habla de nuevas figuras impositivas obviando las que ya existen. Todo esto genera preocupación y desincentiva a las navieras, que no entienden que no se reconozca el esfuerzo que se ha hecho. Y se ha hecho sin que hubiera ninguna obligación legal por parte de las navieras, sino por buena voluntad ante la petición del Govern y esperando que el resto de sectores acompañaran en el mismo sentido. Lo primero que quieren las compañías de este sector -que es conservador y más bien un poco asustadizo- es sentirse bienvenidas. Y este tipo de declaraciones no ayuda.

¿Las movilizaciones contra la saturación perjudican al destino?
Estoy alejado de los mercados emisores para saber cuál es su reacción, pero sí puedo decir que hay una gran preocupación por parte de las navieras.

El modelo clásico de la turoperación está en cuestión tras caídas como los de Thomas Cook y de FTI. ¿Y el de los cruceros?
Lo que vemos es todo lo contrario. Los resultados son de récord y es un modelo de negocio muy consolidado que no peligra. Además, estamos viendo que la franja de edad que más está creciendo dentro de nuestra clientela es la de las nuevas generaciones. Personas que en su infancia fueron de crucero con sus padres, ahora desean repetir en la edad adulta.