Tres guardas de seguridad, en las puertas de Son Espases.

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Hace unos diez días unas treinta personas, familiares de un bebé que ingresó en Son Espases muy grave y terminó falleciendo, emprendieron a golpes contra todo lo que encontraron a su paso: puertas, cristaleras y también el personal de seguridad que trató de impedirles el paso.

Los hechos suceden tras un invierno caliente en el interior del hospital que terminó con el desalojo de personas sin techo tras varios capítulos de agresiones. El trabajo se complica, aseguran los guardas de seguridad del centro de referencia, por lo que solicitan un plus de peligrosidad a la empresa responsable, Eulen Seguridad, subcontratada por el IB-Salut.

«Sufrimos agresiones físicas y verbales constantes, yo llevo 12 años aquí y ya viene de muy atrás», explica Felipe Pérez, secretario de la Sección Sindical del CSIF en Baleares y quien lleva las negociaciones con la empresa. Sus servicios en Son Espases, relata, conllevan muchos más riesgos que los demás así que exigen que sean tenidos en cuenta en las nóminas.

Además de las agresiones, «tenemos un alto riesgo de contraer enfermedades contagiosas», sigue enumerando. «Un paciente mordió a un compañero otro día, y hay mucha gente agresiva que tiene enfermedades contagiosas», alega.

Por otra parte, su labor implica la colaboración directa con las fuerzas de seguridad del Estado «que piden nuestro apoyo en muchas ocasiones cuando traen a detenidos o presos, hay un módulo para ellos en la planta 3, y les ayudamos».

En su larga lista de motivos, que ya se ha entregado a la empresa, se encuentra también el controlar las zonas críticas del hospital como la sala de máquinas, bombas de presión, depósito de gasoil, nitrógeno líquido o bien oxígeno líquido con alto riesgo de accidentes.

Son factores que se suman a las obligaciones habituales de este personal, y «la gente no valora lo que hacemos aquí», asegura Pérez. De momento llevan tres reuniones con los responsables y «todo son buenas palabras pero no hay ninguna oferta».

Las negociaciones empezaron el pasado 22 de abril y los empleados piden, en concreto, un incremento salarial progresivo en concepto de plus de peligrosidad que solicitan que se haga «por hora trabajada», durante los ejercicios de 2025 y 2026 «hasta llegar a la cantidad que se corresponde con las auxiliares administrativas de Eulen que también trabajan en el hospital.

Su sueldo neto sin tener en cuenta las pagas extras, confiesan, es de 1.090 euros y «no se corresponde con la peligrosidad del servicio», concluye Pérez.