El acceso a la vivienda es uno de los principales problemas que tienen los mallorquines. | M. À. Cañellas

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El municipio costero con el alquiler más caro de España está en Mallorca. Según el informe que ha realizado el portal inmobiliario Fotocasa se trata de Calvià, donde el metro cuadrado se arrienda de media a 22,36 euros. Por tanto, de media son necesarios 1788 euros mensuales para arrendar un piso de 80 metro cuadrados.

La segunda localidad más cara de la costa española es Barcelona, donde el metro cuadrado se alquila a 22,19 euros, por lo que una vivienda de 80 metros cuadrados sale por 1.775 euros al mes. Le siguen Sitges, donde el metro cuadrado se arrienda a 21,39 euros mensuales; y San Bartolomé de Tirajana, a 20,03 euros, según el citado portal inmobiliario.

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Cabe destacar que entre los 10 municipios más caros hay otro mallorquín. Se trata de Palma, que ocupa la novena posición en el citado ranking, elaborado por Fotocasa. En concreto, el metro cuadrado se alquila a 17,98. De este modo, para arrendar una casa de 80 metros cuadrados en la capital balear se precisan 1.438 euros. Sin lugar a dudas, se trata de precios muy elevados, inaccesibles para muchas personas. El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2024 es de 15.876 euros anuales distribuidos en 14 pagas de 1.134 euros. Por tanto, muchas personas no tienen dinero suficiente con el sueldo para poder acceder a una vivienda. El Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) ha puesto de manifiesto que el sueldo medio de los jóvenes de Baleares no es suficiente para pagar el alquiler: necesitarían ganar un 22,6 % más.

El precio del alquiler en las zonas costeras se ha duplicado

Desde Fotocasa han informado que el precio de la vivienda en alquiler en las zonas costeras se ha duplicado y hasta triplicado a lo largo de los últimos 10 años. «Los municipios de la costa tienen un alto precio del alquiler debido a varios factores clave. Primero, su atractivo turístico, que crea una demanda constante y elevada, tanto por parte de turistas como de residentes temporales. Además, la oferta de propiedades en estas áreas es limitada, lo que incrementa la competencia entre los potenciales inquilinos. La cercanía al mar y las vistas privilegiadas también agregan valor a las propiedades, aumentando su precio. Finalmente, en muchas zonas costeras, las inversiones en infraestructura y servicios mejorados contribuyen a hacer estas áreas más deseables, incrementando aún más la demanda en zonas de costa», explica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa.