En el caso de RIU, la cadena hotelera ha presentado su nuevo chatbot, que recibe el nombre de Claud·IA, el cual, remarcan, debe «marcar un hito en la estrategia digital» de la compañía. Este chatbot ha sido diseñado para la gestión automática de las reservas, una tarea que, destaca RIU, ha sido bien acogida por los usuarios. La IA responde el 75 % de las más de 1.500 respuestas diarias de los usuarios, sin tiempos de espera y con un tratamiento personalizado. El sistema funciona por momento en tres idiomas -español, inglés y alemán-, aunque la cadena ya trabaja para poder ampliar el servicio en los próximos meses a otros seis: francés, italiano, portugués, neerlandés, ruso y chino. De esta manera, la hotelera podrá ofrecer esta experiencias en los idiomas de todos los países en los que opera.
Por su parte, el Grupo Piñero está incorporando el uso de la IA en varios proyectos simultáneos. El primero de ellos es el de predicción de demanda hotelera, lo que permitirá optimizar tiempo y recursos. Mateo Ramon, CIO de la firma, afirma que a través de este sistema «hemos conseguido reducir en un 50 % el tiempo invertido por nuestro equipo comercial en analizar los datos de ocupación y se ha mejorado en una media diaria del 3 % las predicciones de demanda». Esas mejoras se traducen en 20 millones de dólares anuales (unos 18 millones de euros), que equivalen a 105.000 noches de habitación.
Según detalla Ramon, el sistema no solo libera a sus equipos de trabajo automatizando estas tareas, sino que además supone un ingente ahorro -monetario y energético, principalmente- al predecir los huéspedes de forma más certera. Esta es solo la punta del iceberg de las implementaciones de sistemas de IA en el Grupo Piñero: hay otros proyectos en marcha que consisten en la preparación de campañas de marketing on-line, atención directa a los requerimientos de los clientes o monitorización del consumo energético con el objetivo de disminuir la huella de carbono en un 60 % en 2030.
1 comentario
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Me hace gracia cuando algunas empresas se ponen la medalla de que con ciertos sistemas reducen la huella de carbono. Para ellos esto es un "efecto secundario" de lo que verdaderamente buscan: Maximizar los ingresos y minimizar los gastos; (lo cual me parece sensato, para eso son empresas privadas y no ONG's u organismos públicos); pero por favor no sean hipócritas y vayan con la verdad por delante: "Buscamos aumentar ingresos, y con este sistema además reducimos emisiones", así suena más creíble.