Buades, este viernes atiende a la prensa tras el anuncio. | Teresa Ayuga

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Agustín Buades ha reservado la decisión para su círculo personal más íntimo y la ha expuesto este viernes directamente ante la prensa: abandona el grupo parlamentario Vox pero no el partido. «Mi decisión está tomada desde la tranquilidad y la conciencia y siendo coherente con la trayectoria de mi vida», es lo primero que ha dicho.

Deja el grupo parlamentario sin haberlo comunicado antes a la dirección de su partido ni a nivel autonómico ni balear, ni a nadie del PP. Asegura que abandona porque «el pasado 11 de julio a las 22 horas hubo una rueda de prensa de Vox en Madrid diciendo que se rompían todos los acuerdos con el PP. Un acuerdo que aquí se hizo con luces y taquígrafos y que yo aprobé, son 110 puntos y la presidencia del Parlament». Su ruptura supone perder la oportunidad de aplicar sus políticas, por lo que no estaría de acuerdo.

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Tras un tiempo meditándolo y consuntándolo con allegados, Agustín Buades reacciona abandonando la representación de Vox en el Parlament pero no el escaño porque, asegura, se debe a sus 62.000 votantes. «Rompiendo el acuerdo ya no tenemos nada que hacer aquí, ¿qué fuerza tiene Vox ahora? En los últimos presupuestos llegamos a un acuerdo tras una negociación dura», esta posibilidad «ahora desaparece por una decisión unilateral de la dirección nacional con la que no estoy de acuerdo. Espero que el partido respete mi decisión», ha añadido. Es más, «si tras romper el pacto se hubiera arreglado la inmigración, lo entendería», se ha referido al motivo por que el que Vox se separó del PP. «¿Pero lo rompemos para que todo siga igual? ¿Y perdemos la oportunidad de que los ciudadanos de las Islas tengan una vida mejor? ¿qué fuerza tienen Vox ahora para negociar?», ha insistido.

A partir de ahora seguirá como un diputado no adscrito y, asegura, que votará en conciencia con el programa electoral del que todavía considera su partido.

Pese a confesar que la ruptura del pacto con el PP no sólo pasa por el ideario sino porque Le Senne abandone la presidencia del Parlament, que sería «lo coherente», Agustín Buades ha desvelado que el próximo martes votará a favor de que se quede. «No tenía que haber tocado nunca el ordenador de las diputadas pero en ningún momento lo que hizo fue un delito de odio. Le conozco y no se tiene que ir por este motivo», ha precisado.