Coches de alquiler llegando a Palma. | Ruiz Collado

TW
17

El sector del coche de alquiler no espera un tramo final de temporada tan lucrativo como el del año pasado. Tampoco lo han sido los meses de temporada alta: el bajón experimentado en verano ha obligado a tirar de ofertas para llegar al volumen de reservas de 2023.

Es decir, que las reservas han logrado mantenerse al nivel de la temporada pasada, pero a costa de bajar los precios un 15 %. Ese es el porcentaje estimado por la patronal del rent a car en Baleares, Baleval. «Las expectativas después de cómo había ido la temporada de 2023 eran muy altas», explica su presidente, Julio Nieto, quien recientemente fue elegido para suceder en el cargo a Othman Ktiri.

Las expectativas estaban razonablemente en todo lo alto; máxime cuando las llegadas turísticas previstas rebasaban los máximos ya marcados el año pasado. Y así ha sido: las Islas van consolidando mes a mes un récord de turistas, pero con una capacidad de gasto más contenida en todo lo tocante a la oferta complementaria, coches de alquiler incluidos.

A juicio de Nieto, el bolsillo de los consumidores en los principales mercados emisores, Alemania y Reino Unido, se ha resentido por la situación económica de esos países. A ello se añaden otros factores centrados en las peculiaridades de este verano. «Los veranos en los que coinciden Eurocopa y Juegos Olímpicos suelen ser así, ya que muchos turistas han viajado antes a esos eventos y han gastado ahí lo suyo: ya de entrada nos cuesta arrancar en los meses de junio y julio. Las previsiones para el mes de septiembre, asegura, siguen en la misma tónica.

Por otro lado, a la bajada del 15 % en las tarifas se la ha de sumar además el hecho de que el tiempo de alquiler se ha acortado. Los turistas han seguido alquilando su vehículo este año, pero a menor precio y por menos días, una tendencia inevitable, ya que la estancia media en general ha ido menguando desde la salida de la pandemia. Nieto sentencia que «llegar a los ingresos del año pasado es ahora mismo inimaginable».

La situación del rent a car es extensible al resto de sectores de la oferta complementaria. Desde el comercio, la restauración o el sector del ocio ya se han quejado de que la capacidad de gasto de los visitantes se estaba viendo mermada por la desaparición del ahorro embolsado y por la subida de precios de vuelos y alojamiento.