«Se unen las dos ciudades más importantes de aquel Reino de Mallorca, recuperando así una parte importante de nuestro pasado y raíces», explicaba Aliot, entusiasmado por esta iniciativa y que meses atrás visitó la capital isleña para sentar las bases de este hermanamiento que ya es una realidad. «Fue un periodo de prosperidad económica, social, cultural... y en una fecha especial como la del aniversario de la muerte del rey Sanxo estamos ante una ocasión para saldar una deuda histórica», añadía el dirigente, quien bromeó afirmando que Palma «es una ciudad de fútbol, pero nosotros somos más del rugby».
Un sentimiento de «orgullo» expresó por su parte Jaime Martínez. El alcalde de Palma, acompañado por el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, y los regidores Javier Bonet y Luisa Marqués, recalcó la importancia «del legado patrimonial e histórico de esa relación del Reino de Mallorca. »Perpinyà fue la capital del Reino de Mallorca y es incuestionable su huella«, prosiguió Martínez,, quien avanzó que este hermanamiento es el primer paso dentro de una línea conjunta de actuación entre ambas ciudades para "poner en valor ese pasado en común", un plan en el que entra la iniciativa de desarrollar un centro de interpretación de la ciudad.
Recordó Jaime Martínez que Perpinyà «es la primera ciudad con la que Palma se hermana en años y supone saldar una deuda entre ambas. Estas horas aquí nos han servido para ver los lazos tan fuertes que existen y que hemos querido recuperar y poner en el lugar que le corresponden dentro de nuestra historia», significó el primer edil de Cort.
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