Valeria Esteban, coordinadora de la sede Nueva Vida en Baleares. | Jaume Morey

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Baleares se ha convertido en el principal destino de turismo sexual en España y en uno de los más destacados de Europa. Así lo explica Valeria Esteban, coordinadora de la sede de Nueva Vida en Baleares, una ONG de origen cántabro que hace dos años abrió una delegación en las Islas para atender y acompañar a las mujeres que ejercen la prostitución, buena parte de ellas víctimas de trata de personas.

«Mujeres procedentes de otras zonas del país viajan cada verano a Baleares para ejercer la prostitución coincidiendo con el inicio de la temporada alta turística y eso es así porque aumenta la demanda. Durante los meses de verano crece la prostitución callejera, mientras que el resto del año esta se concentra en pisos y clubes de alterne. Las cifras prácticamente se triplican», dice Esteban.

El avance del Macroestudio sobre trata, explotación sexual y prostitución de mujeres: una aproximación cuantitativa, elaborado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, sitúa Baleares como la región con más mujeres en situación de prostitución de todo el territorio nacional. 1,2 de cada 100 mujeres en las Islas está en situación de prostitución. La cifra duplica a la media de España que es del 0.56 %. El turismo sexual es un factor determinante.

«Para las ONGs es tan real como la vida misma que existe un turismo sexual en Baleares. El número de mujeres en situación de prostitución se triplica durante la temporada alta, sobre todo el número de mujeres en la calle. Aunque los pisos de prostitución están repartidos por toda la geografía de Baleares hay ‘pueblos fantasma invernales’ como el Arenal o Magaluf en los que en verano hay un aluvión de prostitución y es así porque son un hervidero de hombres que consumen y normalizan la prostitución como un ingrediente más de su pack de vacaciones», explica la coordinadora de Nueva Vida.

Esta ONG focaliza su trabajo en el programa de víctimas de trata y de mujeres en contexto de prostitución aplicando el protocolo Alicia Gordon Gullick. Este protocolo supone la intervención directa en pisos, clubes y en las calles para facilitar a las mujeres la prueba de detección de VIH in situ, algo que sirve a los trabajadores y voluntarios como primer contacto con las prostitutas para después realizar una atención integral psicológica, sanitaria y de asesoramiento legal. Además ofrece formación y orientación laboral a través de derivaciones a otras ONG.

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«Desde enero de este año hasta el pasado mes de agosto hemos atendido a 189 mujeres diferentes con más de 400 intervenciones y seguimos haciendo un seguimiento de unas 30 en este momento. Eso significa que las acompañamos, sabemos cómo están y hablamos con ellas cada semana», dice Valeria Esteban.

El trabajo de empleados y voluntarios no es sencillo. «En los últimos años hay un aumento significativo del número de pisos con mujeres en situación de prostitución. El detonante fue la pandemia. En aquél momento se deslocalizó la prostitución, antes más focalizada en algunas calles y en los clubes», indica. Eso hace que sea más difícil localizar a las prostitutas para poder acompañarlas y ayudarlas.

«Las buscamos en las webs de prostitución, seguramente en las mismas que ha utilizado el Ministerio para hacer su estudio. Las contactamos por vía telefónica y siempre concertamos una cita presencial porque necesitamos un tiempo exclusivo para dedicarles. Es importante ser bien recibidos para no estorbarles», dice la experta.

Las usuarias de Nueva Vida tienen todo tipo de perfiles aunque mayoritariamente les contactan mujeres migrantes de origen latinoamericano. «Es algo muy llamativo, quizá nos contactan más porque están más perdidas, más desubicadas cuando llegan a la Isla y más abiertas a que las conozcamos. No obstante también hay mujeres españolas, del este de Europa, africanas… Hay zonas de Baleares donde mayoritariamente son africanas como el Arenal o Magaluf. La mayoría son víctimas de trata», dice Valeria Esteban.

Nueva Vida advierte que hay que poner el foco en el consumidor de prostitución en lugar de hacerlo en las mujeres. Con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la trata la ONG ha convocado una concentración el 24 de septiembre a las 19 horas en la Plaça Major de Palma. Leerán un manifiesto y ofrecerán un escape room, un novedoso formato para intentar concienciar a los más jóvenes.

Cartel de la concentración del 24 de octubre y la actividad de Escape Room en Palma.

«Se podrá participar en la Escape Room el martes, miércoles y jueves desde las 17 a las 20 horas. Creo que quien lo haga se sentirá ‘retado’ e incluso ‘decepcionado por el sistema’. Hemos de ser conscientes de cómo sin darnos cuenta estamos inmersos en el sistema prostitucional. Va a ser muy interesante», adelanta la coordinadora de la entidad. Ofrecerán la Escape Room en español y en inglés, un hecho que ilustra a la perfección lo que ocurre en Baleares. «Entendemos que buena parte del público que pasea por Plaça Major es un turista consumidor de prostitución», concluye.