El escenario de la 'Habitación de Escape' en la que habita Aina. | Asociación Nueva Vida

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Millones de mujeres son víctimas de trata en todo el mundo y Baleares no escapa a esta lacra. Las Islas son hoy el principal destino de turismo sexual en España y uno de los primeros de Europa. Los expertos calculan que en estos momentos hay más de 6.000 mujeres en situación de prostitución en Baleares, lo que representa al 1,21 % de la población femenina mayor de 18 años.

Con el objetivo de sensibilizar sobre este drama humanitario la delegación de la asociación Nueva Vida en Baleares organiza esta semana en la Plaça Major de Palma un Escape Room por el que ya han pasado más de 25 personas de todas las edades y sexos.

La actividad, gratuita y sin inscripción previa, se oferta desde el martes 24 de septiembre hasta el viernes 26 de septiembre de 17 a 20 horas en inglés y en español.

El escenario es la habitación de Aina, una chica de 19 años. «Cada eslabón del juego (pistas y códigos) va desgranando su historia de vida, la trama del proceso de trata. La idea es que cada equipo que participe consiga salvar a Aina llamando a la asociación Nueva Vida, pero la salida es tan invisible como lo es la propia trata de personas en la sociedad en la que vivimos», explica Valeria Esteban, coordinadora de la delegación de la entidad en Baleares. Nueva Vida atiende a y ayuda a personas en situación de prostitución en las Islas.

La 'Escape Room' se realiza en el marco del Día Internacional contra la explotación sexual y la trata de personas y cada treinta minutos se lee el manifiesto que apela a la conciencia del hombre que paga por el sexo, pero también a la del del resto de personas que contribuyen al sistema.

Concentración y lectura del manifiesto contra la trata de personas en Mallorca.

«Desde Nueva Vida creemos que es importante un cambio de mentalidad para cambiar esta realidad y cada una de nosotras y nosotros podemos hacer parte de ese proceso», dice el texto.

La educación, la visibilización, la construcción de una cultura basada en el respeto y la igualdad en la que comprendamos que detrás de cada mujer prostituida hay sufrimiento, son claves para cambiar la historia.