Imagen de uno de los vagones del tren que une Inca y Palma a primera hora de la mañana.

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El transporte público en Mallorca vuelve a estar en el punto de mira de los usuarios, que siguen manifestando sus quejas por la saturación del mismo en horas punta, además de una serie de carencias y deficiencias que se extienden en el tiempo. Es el caso del tren que une Inca y Palma, tanto las frecuencias desde Manacor como las que tienen origen en Sa Pobla.

Las reclamaciones de los viajeros habituales llegan por la falta de asientos en algunos de los vagones de los convoyes que realizan ese servicio a través de las frecuencias habilitadas por Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM). Pese a ello, y a medida que se avanza en el recorrido (Lloseta, Binissalem, Santa María...), la entrada de nuevos pasajeros no hace más que mostrar la necesidad de más espacio o frecuencias.

Uno de los vagones, con pocos asientos operativos.

Y es que, con la vuelta a la rutina y el curso escolar tras el parón estival, aparecen de nuevo las imágenes de vagones repletos y pasajeros apretados, aunque en esta ocasión se suma la carencia de asientos en los mismos, que pese a dejar más espacio para los que están de pie, siguen generando reclamaciones por parte de los usuarios, en especial los que realizan la ruta con destino a Palma a primera hora de la mañana.

Imagen de las escaleras mecánicas de la Estación Intermodal, fuera de servicio.

A ello se unen otra serie de deficiencias como la avería en las escaleras mecánicas de la Estación Intermodal de Palma, un problema permanente y que dificulta y ralentiza la salida de la misma por parte de los pasajeros de Serveis Ferroviaris de Mallorca, que en ese punto se suman a los de las diferentes líneas de autobuses del TIB, con lo que el volumen de usuarios se eleva exponencialmente en algunos tramos horarios.