Para el hotelero, la medida es, en primer lugar, «ineficaz», porque «está demostrado que no tiene impacto disuasorio en la demanda». También critica que se trata de «una tasa ficticia» que no dedica su recaudación a la teórica finalidad que motivó su creación, la mejora de la sostenibilidad de Baleares como destino turístico, sino que se va «para el gasto corriente de la Administración pública».
Asimismo, opina que la decisión de incrementar el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) es «una medida discriminatoria» que generará «un efecto bumerán», ya que «perjudica la competitividad de la oferta legal y fortalece la ilegal, que ni aporta, ni contribuye, ni respeta los límites del territorio, solo satura».
Por otro lado, Escarrer se alinea con la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) al señalar que el Govern se ha quedado corto prohibiendo las nuevas autorizaciones de alquiler turístico en edificios plurifamiliares, pues debería haber ido más allá y prohibir todos los existentes en la actualidad. «No se entiende esa laxitud con la oferta que menos valor social genera y que más satura, pues ha crecido de manera exponencial al margen de cualquier planeamiento y limitación».
A su entender, el no actuar contra esta modalidad de la oferta del alquiler vacacional «consolida una anomalía» justo en un momento en que se está debatiendo en profundidad sobre la necesidad de abordar un cambio de modelo para atajar las externalidades negativas del turismo. «La Mesa del Pacto por la Sostenibilidad nacía con la vocación de consensuar el modelo turístico que queremos y necesitamos en Baleares y después trabajar juntos y con valentía para conseguirlo».