Dos cicloturistas se disponen a tomar la salida desde un punto de alquiler. | Pere Bota

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El segundo 'pico' de la temporada cicloturista en Mallorca sigue adelantando fechas y en 2024 la tendencia sigue al alza. Desde hace semanas ya circulan por las carreteras de la Isla más bicicletas de lo habitual, especialmente en las zonas tradicionales que dan cobijo a este mercado, como son la Playa de Palma o en Nord de Mallorca, con el Port d'Alcúdia, Playa de Muro o Can Picafort como 'hogar' de estos visitantes.

Rebasado el momento álgido de la temporada que enmarca a este perfil de visitante, que se ubica en primavera y alcanza ya hasta bien entrado el mes de mayo e inicios de junio, pasado el verano vuelve a activarse una maquinaria que ha seguido en marcha, aunque a unos niveles muy inferiores respecto a hace medio año. Aunque la oferta complementaria que rodea al cicloturista -talleres, tiendas de alquiles de bicicletas o material...- ha seguido operativa, el volumen de turistas que buscan este tipo de aliciente se ha reducido.

Y con el bajón de las temperaturas, la cifra de cicloturistas se eleva, con los mercados tradicionales (Alemania, Gran Bretaña, Suiza, países nórdicos, Suiza...) presentes, junto a los de nuevo cuño, como el estadounidense. La disputa, además, de eventos deportivos que sirven de gancho, como la Semana Internacional de Ciclismo Máster (8 a 13 de octubre), elevan el grado de atracción de Mallorca como epicentro mundial de este segmento, pese al crecimiento de otros cercanos como la provincia de Alicante o Girona.

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Un cicloturista, listo para salir a rodar desde la Playa de Palma. Foto: Pere Bota

Esta segunda entrega del tramo cicloturista encuentra un aliado especial en la planta hotelera, que a su vez anima a la complementaria a seguir en marcha. No en vano, durante el mes de octubre, el 80% de la misma estará abierta en la Isla, mejorándose incluso las cifras en meses de temporada baja tradicional, como noviembre o diciembre, en los que el clima benigno sirve de gancho para cicloturistas llegados de toda Europa, e incluso para equipos profesionales que realizan su pretemporada en Mallorca. Así, la previsión es que cerca de una cuarta parte de la planta hotelera (entre el 23 y el 24%) estará operativa en noviembre y diciembre.

La extensión de las aperturas de la planta hotelera más allá de los meses tradicionales responde al reposicionamiento de Mallorca como destino de turismo deportivo, que lleva consigo la reconversión en algunos casos de la planta hotelera para adaptarse a las necesidades de estos clientes, cambiando también sus hábitos por ello para ofrecer un producto más especializado.

El cicloturismo muestra el camino a otros productos como el senderismo o el montañismo, que sí tienen cuota de mercado en los meses invernales, con lugares como Sóller y otras poblaciones de la Serra de Tramuntana en las que se instala este perfil de visitante, permitiendo, en el caso de la capital de la Vall, ser el municipio en el que más tarde cierra la planta y más pronto vuelve a abrir.