La presidenta del Govern, Marga Prohens, este miércoles en Bruselas. | Kike Oñate

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«Somos una comunidad con una gran dependencia del sector turístico, que representa más del 85% de nuestro Producto Interior Bruto y uno de nuestros ejes es el impulso de nuevos sectores productivos en nuestra economía, una reindustrialización de nuestras islas», según ha defendido este miércoles en Bruselas la presidenta del Govern, Marga Prohens, durante un seminario del Comité Europeo de las Regiones en el que han participado otros representantes de territorios insulares.

En la sesión ha aprovechado para explicar brevemente que la intención de su gobierno es transformar el modelo turístico, a través del Pacte per la Sostenibilitat que incluye a todos los sectores, y de la necesidad de diversificar la economía. «Para ello, la principal medida que necesitamos de las instituciones europeas es la flexibilización de las normas para las ayudas estatales, especialmente las ayudas de minimis», ha afirmado en referencia a las subvenciones que prestan los Estados miembros de la Unión Europea a las empresas con una cuantía insuficiente para que tengan que ponerse en conocimiento de la Comisión Europea. Un apoyo especialmente requerido por el sector del transporte.

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«No queremos ventajas competitivas, queremos competir en igualdad de condiciones con el resto de territorios continentales», ha explicado Prohens, alentando al resto de territorios europeos insulares a avanzar hacia un régimen específico que contemple las desventajas competitivas que implica para una empresa operar en estas regiones debido a la insularidad, como pasa en Baleares. «Con cinco años de legislatura por delante tenemos que pasar de las palabras a los hechos para que se reconozca la insularidad», ha insistido la presidenta sobre esta reivindicación histórica.

Aunque ha puesto en valor que Europa reconociera oficialmente en 2022 que este hecho implica una desventaja estructural respecto a los territorios continentales y que el año pasado se aumentaran los umbrales de ayudas que pueden recibir empresas insulares, Prohens ha considerado que sigue siendo insuficiente. «La nueva modificación que se nos presenta abre una nueva oportunidad para volver a evaluar y concretar mejoras», ha señalado.

Prohens ha intervenido junto a representantes de otras islas europeas tan diversas como Córcega, Cerdeña, Gozo, Creta y Gotlan, que han expuesto los problemas que padecen, muy similares a los de Baleares. «Pese a nuestras diferencias en cuanto a población, localización y extensión, compartimos características comunes por el hecho de ser territorios insulares y debemos diseñar la hoja de ruta con reivindicaciones», ha insistido la presidenta balear.