El Ayuntamiento adquiere el solar de la antigua fábrica de Coinga, que derribará para contar con un solar de más de 8.000 metros cuadrados en el que poder ubicar, por ejemplo, una sala multifuncional, un geriátrico y viviendas sociales. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Alaior acaba de concluir el proceso de adquisición de los terrenos de la antigua fábrica de Coinga, una parcela de 8.400 metros cuadrados al sur del municipio en la que pretende ubicar una sala multifuncional, un segundo geriátrico, viviendas sociales, una bolsa de aparcamiento y zonas verdes, según confirmaba ayer a este diario el alcalde, José Luis Benejam. En un plazo estimado de dos semanas se prevé firmar negro sobre blanco la compraventa con la propiedad de la finca, la sociedad Coral Homes SL, en el que será el primer paso indispensable para el futuro desarrollo urbanístico.

La operación, calificada como «estratégica» desde el Consistorio, se ha cerrado finalmente con un precio de 1.028.704 euros (IVA incluido) tras un proceso de adquisición directa negociada que se financiará en buena parte con los fondos Next Generation de la Unión Europea. El Ayuntamiento ya tiene adjudicados 770.000 euros de subvención de esos fondos destinados a la mejora de la competitividad en el ámbito turístico y vehiculados por la Conselleria balear de Turismo, Cultura y Deportes.

Desde el Ayuntamiento alayorense han argumentado su solicitud de las ayudas europeas para la competitividad turística en sus planes de levantar en la parcela una sala multifuncional –una vieja reivindicación del municipio– que sirva de auditorio y palacio de congresos y que permita atraer la celebración de reuniones, convenciones y encuentros sectoriales, aportando un nuevo atractivo turístico diferente de la clásica oferta de ‘sol y playa’ y con capacidad de generar visitantes más allá de los meses de la temporada.

Sin embargo, los planes del Consistorio van más allá. Pretende como fin último revalorizar un barrio que se ubica en una zona muy diferenciada del resto del municipio, separada por la antigua carretera general y por una costa larga y pronunciada, en la que prevalecían usos industriales hoy en desuso. Con la construcción de instalaciones municipales de cariz cultural, defienden desde el Ayuntamiento, «se cambiaría la imagen del barrio, dando una sensación de proximidad con el resto del pueblo» y propiciando el establecimiento en la zona de nuevos comercios y una mayor afluencia de los vecinos del resto del municipio. La intención del Consistorio es ubicar también en ese espacio un segundo geriátrico, así como poner a disposición del Institut Balear de la Vivienda (Ibavi) el suelo necesario para construir una nueva promoción viviendas de protección oficial en la única zona del núcleo urbano en la que se permiten desarrollos urbanísticos.

Derribar

Benejam quiso dejar claro que este es «solo un primer paso» para esa ambiciosa transformación urbanística de futuro. Cualquier avance pasará en primer lugar por el derribo del inmueble de la antigua fábrica, cerca de 9.000 metros cuadrados construidos distribuidos en sótano, planta baja y dos alturas, que se encuentra muy degradado, en situación de abandono, y que desde hace años viene generando quejas entre los vecinos, debido a la acumulación de suciedad y la proliferación de ratas por el mal estado de la finca.

No es la única adquisición patrimonial que el Ayuntamiento está impulsando en el núcleo urbano. Una vez cerrada la compra de la antigua fábrica de Coinga, ahora el objetivo es avanzar en los procedimientos administrativos para hacerse con el edificio de Cas Corbo, situado junto a la Plaça Constitució y que también financiará con fondos europeos. El objetivo es darle un uso cultural y se estima que la operación de compraventa concluya antes de que acabe el año.

Las claves
  1. Solar de 8.400 metros cuadrados

    El solar de la antigua fábrica de Coinga ocupa una superficie de casi 8.400 metros cuadrados de terreno, lo que permite planificar en él diversas infraestructuras. Entre ellas el Ayuntamiento plantea la construcción de una sala multifuncional.

  2. Edificio en ruinas

    El edificio existente en la parcela, con casi 9.000 metros cuadrados construidos, no podrá ser remodelado. Está muy deteriorado y tendrá que ser derribado, por lo que todos los edificios que se quieran promover tendrán que ser de nueva planta.

  3. Impulso al barrio

    El objetivo del Ayuntamiento es revitalizar la zona de Cala en Busquets, antigua zona industrial en desuso muy diferenciada del resto del núcleo urbano, ubicando equipamientos que atraigan a nuevos comercios, así como destinar una parte a viviendas sociales.