La coordinadora de la Unidad de Ictus, Carmen Jiménez. | M. À. Cañellas

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Se estima que una de cada seis personas sufrirá un ictus en su vida. En los últimos dos años, los profesionales de Neurología de Son Espases han atendido a un 40 % más de pacientes diagnosticados con esta patología. Así, en 2021 atendieron 618 sospechas, de las que se confirmaron 561 y en 2023 se contabilizaron 917 sospechas y finalmente se confirmaron 804.

Son cifras facilitadas durante la Jornada de la Estrategia del Ictus en la que se conmemoraron los 20 años de su implantación en Baleares. En su momento, las Islas fueron pioneras en implantar en todo el territorio esta asistencia rápida para minimizar los daños cerebrales, así como la atención a distancia con la implementación del teleictus y también al disponer ya de un código ictus pediátrico.

Pese a que el ictus se produce de repente, en la mayoría de los casos hay unos factores de riesgo: la edad, el sexo y los antecedentes familiares son factores que no se pueden modificar, pero hay otros que es necesario controlar y modificar para reducir el riesgo y prevenir el ictus, tales como mantener una dieta rica y saludable, baja en sal y en grasas.

Señales de alerta

En la jornada se recordó que un ictus puede detectarse por la repentina pérdida de fuerza en mitad del cuerpo; la pérdida de la visión de un ojo, o la dificultad para hablar y comprender. Ante cualquiera de estos síntomas es importante llamar al 061, que está preparado para atender convenientemente estos casos y trasladar al paciente a un centro hospitalario. Si se avisa con tiempo, se activa el código ictus, que permite poner en alerta no solo a los profesionales de Emergencias sino también a los de Urgencias, al neurólogo de guardia y a todos los profesionales que participan en el proceso de diagnóstico y tratamiento.