El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, acompañado de la directora insular de Promoció Sociocultural, Hermosinda Mariño, y el obispo Sebastià Taltavull en el santuario de Lluc. | ESCORCA

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El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha asegurado este jueves que el miércoles habló por teléfono con el obispo Sebastià Taltavull tras las noticias publicadas sobre su crítica velada acerca de los menores migrantes, justo pocos días después del acuerdo de PP y Vox para rechazar más jóvenes procedentes de otras comunidades. «Me puse en contacto con él y me aseguró que las declaraciones que hizo no iban en contra del Consell ni de los acuerdos que cerraron los dos partidos», afirmó Galmés.

Durante un acto en Palma, Taltavull dijo que habían cedido espacios al Consell para acoger a estos menores. «Estábamos a punto de abrir uno, lo que pasa es que a veces, en nuestros ambientes, hay como una reacción no favorable para que estas personas estén cerca de zonas urbanas. Cuando se hace todo lo posible para que esto tire hacia delante hay un cierto rechazo de la población que dice ‘no los queremos cerca’. Cuidado porque esto es peligroso, esto quiere decir que nuestra comunidad no es solidaria, sino insolidaria; por tanto, creo que tendríamos que cambiar un poco de actitud», aconsejó el obispo.

«Rechazar a los menores que vienen en pateras es un gran problema, lo que tenemos que hacer es acogerlos y poner a las personas que tienen que trabajar con ellos. Esto dará una gran categoría moral a nuestro pueblo. Como dice el evangelio: era forastero y me acogisteis. Todos tenemos la misma dignidad, no solo unos cuantos que tienen estas ideas», añadió.