Dos turistas mirando un mapa de Palma. | A.A.

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El sector del alquiler turístico ha perdido más de una quinta parte de sus clientes en Baleares esta temporada. Este segmento de la oferta alojativa -acostumbrado a que se le sitúe en el centro del debate sobre la masificación- albergó a 1,4 millones de visitantes en los nueve primeros meses del año, lo que constituye un descenso del 21,7 % en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Paralelamente, los alojamientos hoteleros han experimentado un repunte del 10,4 % (11,7 millones de turistas han dormido en hoteles este año), de lo que se colige que la mayor parte de los clientes que ha perdido el alquiler turístico ha acabado recalando en el sector hotelero, a tenor de los datos reflejados en la estadística de flujo de turistas (FRONTUR) publicada esta semana.

Mientras los alojamientos hoteleros concentran el 72 % de los turistas que llegaron a las Islas, el alquiler vacacional se queda con un 9 %. El resto de visitantes se distribuyen en otros alojamientos de mercado (agroturismos) o fuera del mismo (segundas residencias, residencias estudiantiles, viviendas de amigos o familiares...). Con todo, el retroceso experimentado por el sector del alquiler turístico se queda en un -14 % en Mallorca, pero aumenta hasta el -22,7 % en Ibiza y el -42,8 % en Menorca, precisamente la isla donde suben más los clientes hoteleros (hasta un 15,8 %), lo que evidencia la correlación entre las tendencias al alza y a la baja de uno y otro segmento alojativo.

Los datos no han sorprendido a la patronal del alquiler turístico en Baleares, que ya en agosto apuntaba que la temporada sería inferior a la de 2023, con una significativa bajada en la ocupación. La gerente de Habtur, Maria Gibert, atribuye a varios posibles factores este hecho. El principal, para ella, está siendo la paulatina retirada del mercado turístico de viviendas que se comercializaban tanto de manera legal como ilegal (los datos de Frontur son extraídos de encuestas a clientes, que pueden informar sobre la tipología de su alojamiento tanto si es una vivienda legal como si no lo es). «Son cifras que nos cuadran. Sabemos que en Ibiza, por ejemplo, el tema de las inspecciones ha hecho más mella», señala Gibert para añadir que también se ha perdido oferta del lado legal. «Hay muchos propietarios que han retirado sus anuncios o los ha dejado en standby por la inseguridad jurídica y la incertidumbre que envuelve al sector».

Por su parte, el conseller insular de Turisme en Mallorca, José Marcial Rodríguez, señala que el endurecimiento de las campañas de inspección es en buena parte responsable de esta disminución de la oferta. «No me cabe ninguna duda, porque al final acaba funcionando como un elemento disuasorio para los infractores». En ese sentido, la persecución a la oferta no reglada, afirma, ayudará a la reconversión de muchas de estas viviendas, «que acabarán volviendo al alquiler de larga duración». Es decir, que volverá

Exceltur, el lobby turístico que preside el CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, estima en un 9 % la bajada del volumen de plazas de las viviendas de uso turístico en Palma y en un 8 % en el municipio de Ibiza. Se trata de la mayor caída observada en el conjunto nacional, lo cual constituye motivo de congratulación para Exceltur, que aplaude a Palma e Ibiza como destinos «que han conseguido ordenar y controlar razonablemente el crecimiento de las viviendas de uso turístico».