Porto Cristo ha sido una de las zonas afectadas por las DANAs este año. | Pere Bota

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La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha asolado Valencia ha puesto sobre la mesa el debate sobre los efectos del cambio climático. Especialmente, si ahora son más habituales las gotas frías y si las lluvias son más intensas. Ultima Hora ha entrevistado a dos expertos en esta materia para conocer su opinión: la delegada y portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Baleares, María José Guerrero, y su predecesor en el cargo Agustí Jansà.

Preguntados por si ahora hay más temporales de lluvias intensas en el Mediterráneo, Guerrero señala que «no es fácil determinarlo, puesto que en función del análisis que se realice los resultados son dispares». En este sentido, expone que «en un estudio realizado en 2021 por Peio Oria se observaba un incremento de la frecuencia de los días con precipitaciones muy intensas en el área mediterránea peninsular y Baleares. En ese mismo estudio se concluía, también, que los días más lluviosos del año son ahora más lluviosos, es decir, que también ha aumentado la intensidad de las precipitaciones».

Jansà también declara que «es difícil concretar si las DANAs con episodios de lluvias fuertes son más habituales ahora». No obstante, precisa que «la corriente en chorro (donde se encuentran el aire frío y el aire caliente) parece estar más ondulada con el cambio climático, por lo que es más fácil que se desprendan las gotas frías». En este punto, insiste en que es muy importante tener en cuenta que «DANA no es lo mismo que lluvia intensa, pero cuando ésta se sitúa en un lugar adecuado, puede favorecer la formación de sistemas de lluvia intensa en el Mediterráneo. Si las DANAs adecuadamente situadas son más frecuente, podrán serlo las lluvias intensas en el Mediterráneo».

Más cantidad de agua

Otro de los efectos del cambio climático, según Jansà, es que el hecho de que el aire, al estar más caliente, puede contener más vapor de agua y, por tanto, las precipitaciones ser más intensas porque las nubes están más cargadas. «Antes, una misma situación meteorológica generaría menos cantidad de lluvia que ahora», resalta.

El meteorólogo también apunta a la responsabilidad humana en las inundaciones que se están produciendo estos días. «Se ha construido en zonas inundables, los coches se acumulan en las desembocaduras al mar, etc.», lamenta. En este punto, expone que aunque lo sucedido en Valencia hace dos semanas fue excepcional, hay ocasiones en las que ha llovido incluso más: concretamente el 3 de noviembre 1987 se contabilizaron en Oliva 817 litros de agua, mientras el 29 de octubre de 2024 la cantidad máxima de precipitación acumulada en 24 horas fueron los 771,8 litros de Turís. «Aunque hay ocasiones en las que ha llovido más, las consecuencias no han sido tan graves como las de ahora», comenta.