A los turistas no les gusta el mal tiempo. | M. À. Cañellas

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Muchas personas que eligen Mallorca para pasar sus vacaciones lo hacen en viviendas turísticas. El portal de alquileres vacacionales y apartamentos Holidu ha elaborado un informe en el que pone de manifiesto cuáles son las cinco quejas más habituales. La primera de ellas es sorprendente: el mal tiempo. «Aunque la Isla es famosa por su clima cálido y soleado, los cambios repentinos en las condiciones meteorológicas, como lluvias inesperadas, pueden alterar los planes de los turistas. Esta situación, ajena al control de los propietarios, puede generar cierta decepción en quienes llegan con expectativas de disfrutar de días soleados. Sin embargo, muchos anfitriones están preparados para transformar esta circunstancia en una oportunidad, ofreciendo recomendaciones de actividades bajo techo, como visitas culturales, experiencias gastronómicas o espacios de ocio que permitan disfrutar de la Isla incluso en días grises», explican desde la citada empresa.

El segundo motivo que genera más descontento son las restricciones a los animales de compañía. «Aunque cada vez hay más alojamientos pet-friendly en España (un 25% de los alquileres vacacionales, según datos de Holidu), este porcentaje sigue siendo inferior al de los países
nórdicos. Para muchos, viajar con sus mascotas es esencial durante las vacaciones, y la falta de opciones adecuadas puede ser un inconveniente. Incluso cuando se permiten mascotas, las restricciones como el acceso limitado a ciertas áreas o las limitaciones de tamaño y raza pueden generar quejas». Por ello, consideran «fundamental que los propietarios comuniquen de manera clara y transparente sus políticas sobre mascotas para evitar malentendidos y asegurar que los huéspedes disfrutende unas vacaciones sin complicaciones junto a su compañero peludo».

La tercera queja es compartida por los residentes en Mallorca: la falta de aparcamiento. Esta se da especialmente en zonas turísticas de alta afluencia. «Aunque una gran parte de los propietarios de casas vacacionales en la Isla ofrecen opciones de aparcamiento, en algunas áreas encontrar espacio para estacionar puede ser un desafío. La falta de plazas de aparcamiento o el acceso complicado pueden generar inconvenientes significativos y afectar la experiencia de los huéspedes. Por ello, es esencial leer cuidadosamente los anuncios antes de hacer una reserva, ya que los propietarios
deben especificar si cuentan con aparcamiento disponible. En los casos en que no lo ofrezcan, es común que proporcionen información sobre alternativas cercanas para que los huéspedes puedan planificar con anticipación y evitar sorpresas».

La cuarta es el ruido, también compartida por muchos mallorquines. «Los huéspedes que buscan tranquilidad pueden verse afectados por ruidos nocturnos, lo que interfiere con su descanso y afecta su satisfacción. Aunque muchos de estos ruidos, como los de los vecinos, están fuera del control de los propietarios, es clave mantener una comunicación abierta y actuar como mediadores, ofreciendo soluciones o gestionando las expectativas de los huéspedes. Para mitigar estas quejas, algunos propietarios instalan ventanas de aislamiento acústico o, como opción, proporcionan tapones para los oídos».

La quinta causa de insatisfacción es la relación calidad-precio. «La percepción de esta relación es crucial, ya que los viajeros esperan que la calidad del alojamiento, los servicios y las comodidades estén a la altura del precio pagado. Las quejas suelen surgir cuando las instalaciones no cumplen con las expectativas generadas por el costo de la estancia. Para evitar percepciones negativas, los propietarios, conscientes de la creciente profesionalización del sector de la vivienda turística, están
siendo cada vez más transparentes, cumpliendo con los estándares establecidos e incluso yendo más allá para ofrecer una buena experiencia. Muchos buscan apoyo en plataformas de alquiler vacacional, que les proporcionan servicios como fotografías profesionales, recomendaciones sobre tarifas y consejos para ofrecer una descripción real y precisa de la propiedad, asegurando que todo lo presentado al huésped esté alineado con la realidad».