Imagen de la muestra 'Guerreras' de Eleonora Ghioldi. | UIB

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Este miércoles arrancaba en la UIB el I Congreso Internacional sobre Vulnerabilidad Social y violencias machistas ‘Transitando la Incertidumbre. Miradas Teórico-Prácticas’, que en su conferencia inaugural abordó la correlación entre el consumo de drogas en mujeres y la violencia de género.
La primera ponencia corrió a cargo de la socióloga Linda Montanari, de la European Union Drugs Agency (EUDA), que ofreció una radiografía de este doble fenómeno a nivel europeo con los pocos datos que se tienen de la cuestión.

«Cuando hablamos de género y drogas, las mujeres representan una cuarta parte o menos de las personas que consumen. Suponen 33 millones frente a 50 millones de hombres». El género también influye en el tipo de sustancia, por ejemplo, el cannabis y el alcohol son las dos que presentan unos ratios más parecidos entre hombres y mujeres; probablemente por su grado de aceptación social.

En cuanto a la relación entre consumo y violencia, «hay una gran brecha entre la violencia reportada y la real», ya que muchas veces no se denuncia ni se pide ayuda. Sin embargo, según una encuesta del Proyecto Europeo Interleave el 98 % de las encuestadas reconocieron estar sometidas a alguna forma de violencia y sus principales agresores eran hombres que consumían. A la hora de relacionar los dos aspectos hay que tener en cuenta la temporalidad y el contexto.

La violencia puede darse antes y después del consumo. El primero caso suele darse en mujeres que han padecido abuso en la juventud y usan la droga para evadirse, el segundo está relacionado con asaltos sexuales donde hay sumisión química o se aprovecha que la víctima previamente ha consumido libremente para atacarla después. Según Montanari, actualmente nos encontramos ante una situación de baja representación en el tratamiento para mujeres, donde no hay información sobre otros colectivos como el LGTBI y se imponen barreras para que las mujeres puedan acceder a los servicios de desintoxicación, como el estigma o el miedo.

Tanto ella como las demás expertas que abordaron ayer el tema apuntan a implantar la perspectiva de género para abordar el tema, habilitar servicios separados solo para mujeres y reducir las barreras para acceder a tratamientos siendo víctimas de violencia machista, entre otras medidas. Con un panel de más de 40 profesionales mujeres en distintas disciplinas, este Congreso se extenderá hasta el viernes. Esta tarde ha sido el turno de la artista visual Eleonora Ghioldi, que presentó su obra fotográfica ‘Guerreras’, en la que se recogen los retratos de más de una treintena de mujeres que han padecido alguna forma de violencia de género o desigualdad por razones de sexo.