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Los traslados de empresas de las grandes capitales a los territorios periféricos son un fenómeno estudiado en España especialmente desde el Procès cuando una parte de las industrias locales anunció su salida de Cataluña. Se puede decir que en líneas generales en la medida que unas regiones pierden empresas otras las ganan. ¿Cómo se comporta el mercado empresarial en un territorio tan limitado como Mallorca?¿Somos la excepción a esa regla?

Sabemos que en los últimos años solo dos comunidades autónomas han conseguido mantener saldos continuos positivos de movimiento de empresas hacia sus territorios: Madrid y Baleares. La capital de España tiene un margen estable de crecimiento anual de algo más de 5.000 empresas. Baleares, también en crecimiento, lo hace a una velocidad que apenas alcanza el diez por ciento de esta cifra, con 447 empresas e industrias que cambian sus domicilios desde otros territorios ¿A la hora de planificar el traslado cuál es su destino preferido?

Aunque el fenómeno no ha sido suficientemente estudiado hasta la fecha los expertos describen un éxodo empresarial de Palma a la Part Forana que no todos los municipios viven igual. Aunque a priori podría parecer que la mudanza es una consecuencia del bajo coste del suelo industrial en los polígonos industriales en los pueblos, lo cierto es que hay un factor mucho más determinante.

PALMA. CIRCULACION. Un túnel de 845 metros evitará el paso por el Coll d’en Rabassa para ir hacia Son Ferriol. Consell prese
El colapso en los accesos a Palma explica el éxodo de las empresas hacia la Part Forana.

El colapso en los accesos a Palma trae de cabeza a las empresas de distribución y logística en un mundo en el que cada vez más los consumidores (sean empresas o particulares) exigen una respuesta inmediata a sus demandas. Por si esto no fuera suficiente industrias de cierto tamaño ven cómo se dispara su huella de carbono, por el traslado de los trabajadores hasta sus sedes, algo que penaliza la legislación europea.

INCA. PATRIMONIO. Can Beltran de Inca reabrirá convertida en un centro de innovación. La firma WDNA adquiere la antigua fábri
La fábrica de calzado Can Beltràn de Inca reabrirá convertida en un centro de innovación.

Inca ha sabido hacer de la necesidad virtud y se está llevando la mayor parte del pastel. «Nosotros lo estamos notando cada vez más, porque desde 2015 hemos trabajado en analizar cuáles son las fortalezas y las debilidades de Inca desde el punto de vista económico e industrial», explica el alcalde de Inca, Virgilio Moreno. En la lista de las fortalezas de la capital del Raiguer la ubicación y la accesibilidad al transporte público ocupan el primer puesto.

«Es algo que estamos trabajando y potenciando junto con los inversores, creando un verdadero hab (nodo) del transporte público en Mallorca. Aunque seguimos manteniendo las antiguas estaciones de autobús y de tren, en los últimos años hemos conseguido que se habilite una nueva estación, la del Hospital d’Inca y un intercambiador de autobuses, muy vinculados a las nuevas zonas de crecimiento empresarial», añade.

Para Moreno esta es una apuesta segura. «Por una parte mejoramos la conexión de nuestros vecinos, pero también fomentamos el crecimiento económico e industrial de la ciudad», dice. La política urbanística municipal, centrada en crear nuevos suelos industriales, está haciendo el resto.

Entra en funcionamiento la estación de buses de la nueva plaza Germans Sancho.
Nuevo intercambiador de autobuses de Inca, a solo unos metros de la nueva estación del tren.

«Con el nuevo polígono industrial tendremos un sector de 180.000 metros cuadrados disponibles para empresas e industrias. Lo que estamos creando es un centro de negocios y crecimiento económico. Por desgracia ya no tenemos fábricas de calzado, pero sí grandes empresas que están recuperando sus espacios, tanto a nivel económico como patrimonial. Los más interesados en invertir en Inca son los sectores logístico y agroalimentario», refiere Virgilio Moreno.

Lo que ocurre en Inca es un fenómeno casi excepcional. Otros municipios situados en el corredor del tren como Consell tienen sus polígonos industriales prácticamente al completo. En Santa Maria, ha habido un ligero aumento de la demanda, pero está muy alejado de lo que se conoce como el ‘boom empresarial’ de Inca. El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, confirma que en el Pla no se está viviendo este cambio.

El Inca todo empezó hace cinco años. Experimentó un aumento paulatino de la demanda que se ha disparado aún más con la subida de precios de los alquileres y ventas de suelos industriales. En el portal inmobiliario Idealista se ofrecen naves industriales a un precio de 653 euros el metro cuadrado en la ciudad, mientras que en el Polígono de Son Castellló de Palma esta cantidad puede superar los 3.051 euros el metro cuadrado.

«El precio es una cuestión de oferta y demanda y ya están empezando a subir en Inca, muchas empresas compran con vista al futuro», explica el alcalde Virgilio Moreno. Si durante décadas la antigua ciudad de la piel ha vivido el declive de la industria del calzado, ahora las viejas fábricas de zapatos son también una oportunidad de inversión para nuevos modelos empresariales.

La fábrica deCan Ramis renace como un centro cultural, empresarial y educativo.
Joan Ramis fue el pionero al reconvertir la antigua fábrica de calzado en un centro de negocios.

Las nuevas industrias y centros de negocios no solo están interesadas en comprar los nuevos suelos industriales en desarrollo en la capital del Raiguer sino que en los últimos cinco años se han ido haciendo con las antiguas fábricas de calzado y la piel que ya tienen ese uso industrial aprobado. Es lo que ocurrió hace ya casi una década con la Fábrica Ramis, reconvertida en un centro de negocios, coworking y espacio de congresos. Desde entonces hasta ahora distintos inversores han comprado la antigua fábrica de Farrutx y la fábrica de Can Beltrán. La familia Fluxà (Cámper) también proyecta la reconversión de su fábrica primitiva situada a apenas a unos metros de la estación del tren.

Tomeu Guisscasre es uno de los socios de WDNA , grupo tecnológico de las telecomunicaciones, la meteorología y el internet de las cosas. Aunque en este momento mantiene su sede en el Parc Bit, hace dos años decidió adquirir una antigua fábrica de calzado en Inca. «Vimos la oportunidad de comprar una nave industrial en un recinto patrimonial como es la antigua fábrica de calzado Can Beltrán y decidimos dar el paso. No solo el precio del metro cuadrado del suelo industrial es más económico allí. Inca a nivel de comunicación es un lugar estratégico. Nuestra fábrica está a 50 metros de la estación del tren, en la Calle Germanies», dice Guiscasre.

En la compra de WDNA el colapso de tráfico en Palma ha sido determinante. «Nosotros estamos en el Parc Bit y uno de los handicaps que tiene es que está muy aislado a nivel de transporte y los atascos son tremendos. Por eso a la hora de hacer la inversión pensamos en Inca. Muchos de nuestros trabajadores vienen de fuera de Palma, no del centro de la ciudad y podemos evitar los atascos en horas punta», reflexiona el socio de la tecnológica.

El de WDNA ejemplifica perfectamente el filón que Inca ha sabido explotar. «Una vez identificamos nuestros puntos fuertes hemos hecho una fuerte labor comercial con las empresas de fuera de Inca para que se instalen aquí y creen riqueza y puestos de trabajo. Es una evolución social y económica buena para el municipio», dice el alcalde Moreno.

Los precios de las fábricas (Guiscasre prefiere no revelar a cuánto ascendió su inversión) y de los suelos industriales juegan en este momento también a favor de Inca, la ciudad de Mallorca en la que menos porcentaje del sueldo se destina a pagar la vivienda. Pero el alcalde recuerda que «como siempre todo depende de la oferta y la demanda» y avisa de que «los precios están empezando a subir». «El perfil ya no es el mismo que el que había hace cinco años. Las empresas lo saben y compran ahora de cara al futuro», dice.