Xispas, Shira, Tara, Yukon, Yoomee, Yana, Koda, Nèthou, Nanook, Khaleesi, Sakari y Leman. En un principio, quizás parece una lista demasiado larga para memorizar, pero, para Jaime Pou, cada uno de ellos son una parte imprescindible de su vida. No solo son sus fieles compañeros de vida unidos con un enlace «que va mucho más allá que las palabras puedan explicar», sino que también son los encargados de ser la fuerza viva que tiren del trineo de Pou quien, en cambio, toma el control del vehículo y dirige a sus peludos con liderazgo y decisión. Y es que él se define como un 'musher', el nombre que reciben aquellas personas que, con trineo en mano, lidera a sus peludos entre rutas invadidas por la nieve y el frío, atravesando los páramos gélidos, en su caso, a modo de actividad deportiva. De hecho, a pesar de que en la actualidad vive en Torrellas, un pequeño pueblo ubicado en Aragón, este mallorquín nacido en Palma no duda en llevar sus islas por bandera cuando viaja a Suecia o Noruega, donde participa en competiciones de alto nivel contra la élite a nivel mundial.
«Es una pasión que tengo desde niño. Cuando era pequeño me acuerdo que siempre decía que quería tener lobos», explica Pou con entusiasmo pues, tal y como ha señalado, siempre tuvo claro que los perros serían una parte fundamental de su vida, aunque nunca se imaginaría que terminaría convirtiéndose en uno de los pocos mallorquines en convertirse un 'musher' a nivel profesional: «Al principio mi idea era crear un refugio de animales y fui adoptando perros, pero en poco tiempo terminó convirtiéndose en algo más profesional».
Pasaron los años y esa pasión que ya cultivaba desde pequeño no se había desvanecido. A pesar de que desde el año 1987 hizo pequeños trabajos con los canes en distintas disciplinas, finalmente se decantó por el servicio militar y, en el año 2001, le destacaron en Aragón, lejos de la tierra que la vio crecer. Sin embargo, durante en los primeros años de su estancia, descubrió a través de los medios de comunicación un evento que le cambió la vida: la carrera a trineo de Pirena, una competición anual de ‘mushing’ que consistía en cruzar los pirineos de una punta a otra, comenzando en España atravesando Navarra, Aragón y Cataluña, pasando por Andorra para finalizar en Francia. «Poco después de llegar a Aragón comencé a seguir la carrera en persona. Cogía mis vacaciones en mi trabajo como militar de enero a febrero y a donde iban los participantes, ahí iba yo», explica el 'musher'.
Así, tan sólo pasaron unos pocos años, concretamente en 2005, para que Pou se animara a crear su propio equipo de perros nórdicos, los cuales fue adoptando de distintos puntos de España: «Los recogía de lugares que ya no los querían ya sea por enfermedades o porque las personas que los atendían ya no los podían tener». De esta manera, con la experiencia acumulada tras asistir personalmente a las carreras de Pirena, su pasión infinita por los perros y un grupo de canes entrenados y listos para pisar la nieve, Pou comenzó su etapa de 'musher', en la cual lleva metido desde hace más de 17 años.
Su primera competición profesional fue en Aragón en el año 2007, concretamente en la carrera de Monegros, que constaba de 145 kilómetros. A pesar de que no quedó en el podio, logró, en su primera carrera, llegar a la línea de meta, una hazaña muy meritoria teniendo en cuenta las largas distancias que deben recorrer los perros y las arduas condiciones en las que suelen estar los caminos. A partir de ese momento, las metas de Pou fueron cada vez más ambiciosas: en tan solo dos años se animó a realizar la carrera de Pirena que tantas veces vivió como espectador y que constaba de 300 kilómetros, más del doble de la carrera que realizó hace apenas dos años. Y, de nuevo, logró cruzar la «finishing line». Cinco años después logró su primer premio en La Valgaude Traineau en Francia, la primera carrera que realizaba en el extranjero, y en los siguientes años participó en importantes competiciones a nivel nacional e internacional como la Vercors Quest en Francia y la Snow Race by Gos Àrtic en España en 2019, y la Sedivackuv Long Trail en República Checa en 2020, una de las rutas más duras de Europa y donde Pou logró hacerse con una decimotercera posición.
El 'musher' también ha querido destacar que el ‘mushing’ no solo está presente en su vida personal y profesional, sino también es un pilar fundamental en el ámbito familiar, pues tanto su mujer como la mayoría de sus hijos, en algún momento de su vida, han estado involucrados en las carreras de trineo: «Cuando empezamos creamos tres equipos: uno en el que yo era el conductor y el ayudante era mi hijo Jaime; otro equipo capitaneado por mi hija Cati y mi hija Sara como ayudante, y mi hijo Jorge tenía otro equipo y mi mujer le ayudaba. De hecho, una vez quedó en tercer lugar en una competición española. Después cada uno ha seguido su camino, pero algunos de ellos han querido continuar tratando con perros. Mi hijo Jaime está de cuidador canino en el Valle de Benasque».
Team Sauerdogs: una nueva aventura
Por desgracia, todo este camino de hazañas que poco a poco fue andando Pou con su equipo de perros se cortó súbitamente por la pandemia, que obligó a cesar todas las actividades exteriores por varios años, concretamente hasta alrededor de 2022 en el caso de las competiciones de 'mushing'. Sin embargo, a pesar del largo parón, Jaime Pou no dudó en volver a las carreras profesionales con un equipo de perros parcialmente renovado y bajo un nombre totalmente nuevo: Team Sauerdogs, con Pou como 'musher' y su mujer e hijo mayor como los 'handler', es decir, los asistentes del conductor que se encargan de entrenar a los perros y mantenerlos en óptimas condiciones: «En 2023 pusimos en marcha el equipo y a principios de 2024 ya hemos comenzado a entrar en algunas competiciones en Suecia. A día de hoy, los objetivos de este equipo, y un sueño personal mío, es poder participar en las grandes carreras de Estados Unidos, como la Iditarod Race y la Yukon Quest, y las de Rusia».
El nombre de su equipo proviene del cortometraje Sauerdogs del director español Guilllermo de Oliveira, cuya trama habla precisamente de las dificultades que debían pasar los perros en momentos límite cuando el 'mushing' no era un deporte sino una forma de transporte en la nieve. De hecho, lo que pocas personas saben es que Arwen, uno de los perros que forman parte del equipo de Pou, sale en la película interpretando a Carmen, un perro que tiene un papel crucial en el metraje: «Me contactaron a través de mi página web porque vieron que ya hacíamos pases de modelo con los perros para marcas de ropa. Sabía que existía este negocio de perros actores pero nunca me plantee entrar, así que lo vi como una oportunidad. Grabamos la cinta en 2021 y fue toda una experiencia, de hecho hace pocos meses participamos en nuestro segundo cortometraje, Cara de Cona, dirigida por el mismo director».
De todas formas, el nombre no es lo único curioso del equipo, y es que los canes que forman parte de él provienen de una línea de perros lobo ibéricos que se origina en Inca, concretamente en Mallorcan, un centro de adiestramiento y educación canina: «A pesar de que los he ido cruzando de diferentes formas, todos los perros de mi equipo son perros lobo que encuentran su origen en Inca. Dentro de poco hará ocho años que estoy manteniendo esta raza». De hecho, al musher no se le caen los anillos a la hora de reivindicar su origen mallorquín y honrar a su tierra, que lleva por bandera incluso en su antigua página web antes de que se la hackearan, donde se definía como el «'musher' de ses Illes Balears»: «Aunque viva en Aragón yo sigo siendo de Palma. Y soy un musher de Mallorca. Soy el 'musher' de ses Illes Balears, y no hay más».
Por el momento, bajo este nuevo equipo, Pou ya ha podido comenzar a competir a inicios de este año en países muy importantes dentro del mundo de este deporte como Noruega o Suecia. Además, recientemente le ha surgido una nueva oportunidad de trabajo en Finlandia que piensa aprovechar, donde le acompañará una productora de televisión que le lleva siguiendo la pista desde finales de 2023 para hacer un documental de su vida en el 'mushing' que no piensa dejar ni a corto ni a largo plazo: «Yo seguiré montando en trineo tenga la edad que tenga. Me da igual tener que buscar la fórmula de la inmortalidad o hacer un pacto con lo que hay arriba, pero yo seguiré con mis perros hasta el final».
1 comentario
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Pobres perros,no creo que sea necesario está actividad para divertimento de unos pocos!