«Muchas veces acaban en la perrera porque el tutor no puede desarrollar una vida normal, es un problema muy concreto y frecuente». Según el último estudio ‘El nunca lo haría’ de la Fundación Affinity, el año pasado llegaron a las entidades que acogen animales de compañía españolas 170.712 perros y 115.970 gatos. Unas cifras que ahora el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 intenta paliar con el desarrollo de un Plan de Acción Estatal contra el abandono de mascotas y fomento de la adopción.
Entre las medidas que se desarrollarán destacan la identificación masiva de perros, gatos y hurones, un mejor control de las actividades de cría, la difusión de campañas de concienciación y ayudas para las entidades de protección y acogida. Así se quiere acabar con las cuatro causas principales de abandono como son las camadas no deseadas, la pérdida de interés por el animal, el fin de la temporada de caza y los problemas de comportamiento; este último muy vinculado al tiempo que los animales pasan sin supervisión humana.
La reciente Ley de bienestar animal establece que el límite de tiempo que una mascota puede pasar sola en tres días consecutivos y 24 horas si se trata de un perro. «Estamos sometiendo a las mascotas a unas condiciones de vida que muchas veces van en contra de las necesidades de la especie, como la exploradora», dice García. Y es que, si el perro no juega ni pasea lo suficiente puede mostrar agresividad al salir al exterior o conductas compulsivas como perseguirse la cola continuamente.
Otra conducta típica es la destructiva: «Puede ser por ansiedad, por estar mucho tiempo solo, por frustración o por ser joven y necesitar usar su boca y patas». Por ello, la experta señala que «si vamos a trabajar muchas horas a lo mejor es mejor tener dos perros en vez de uno». Además, de que «hay que valor las necesidades de cada raza». «El ponteir, braco y braco de Weimar son razas deportivas que necesitan mucha actividad física», recuerda. «Luego están las razas de trabajo como el border collie y el pastor belga malinois que tienen una estimulación mental y física que si no se cubre puede derivar en problemas».
«Si tu sabes que no vas a poder darle dos horas de tu tiempo para correr, no tengas un malinois. Esto son cosas que no se explican cuando se dan en adopción este tipo de razas. Lo más importante es informarse de las necesidades de la especie que se va a adoptar, ya que probablemente vivirá unos 15 años. Las protectoras y criaderos deberían dar información de ante mano», asegura la veterinaria.
Esta información previa que los tutores deberían recibir antes de adoptar para que el animal tenga una vida relajada es una de las cuestiones que también contempla el futuro Plan Estatal. Sin embargo, esta medida suscita incertidumbre dentro del sector veterinario: «Es muy importante, pero tenemos muchas dudas del sistema que van a aplicar», señala el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Balears (Covib), Ramón García.
Esta formación para la tenencia se deberá completar de manera obligatoria una sola vez en la vida, lo cual según García «seguramente no será suficiente». «Somos más partidarios de que la formación se incluya en el curriculum educativo, sobre todo cuando aún son niños, que a su vez son unos amplificadores brutales para las familias», explica. Además, considera que se debe recibir asesoramiento por parte de la comunidad veterinaria «sobre todo de la relación con el animal, cosas que muchos no tienen en cuenta».
A pesar de este escepticismo sobre el enfoque de la parte educativa, García cree que los demás puntos del Plan son muy acertados ya que entre otras cosas, permitirá un control de los criadores. «Buena parte de los problemas asociados a los comportamientos animales están en consonancia con lo que sería el miedo», el cual se fragua durante la gestación, el parto y postparto y el momento de la socialización.
«Es muy importante que los animales que crían estén en manos de gente formada y en las condiciones más correctas para criar y así cuando el cachorro nazca lo haga con menos miedo y en consecuencia con menos probabilidades de desarrollar problemas de comportamiento, que a su vez ayudará a reducir la tasa de abandono», expone. A nivel local, García indica que «no disponemos de datos específicos en Baleares» sobre esta tasa y que «son todos estimatorios». «Desde la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal las entidades ya no aceptan renuncias en muchos casos, así que probablemente acaben en protectoras de las que tenemos aún menos información». En Palma por ejemplo, la perrera de Son Reus tiene una ocupación media del 90 por ciento.
5 comentarios
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Pues que los vecinos se vuelven locos con sus ladridos y los perros maltratados. Si no vas a cuidarlos no los tengas que no son objetos ni juguetes
Doncs que et converteixes en un malparit, per no atendre bé al pobre animaló ; que no només és donar-li menjar, se li ha d'atendre emocionalment, i preocupar-se per la seva salut, física i mental. Són molt sensibles.
Alejandro Martí CamachoLa campaña hay que hacerla para que los propietarios sean responsables de sus mascotas.
El que no vaya a tenerlos en condiciones que se merecen,que no los tengan,nadie obliga a adoptar a un animalito!
Pues hagamos campaña para que los dejen entrar en la mayoria de sitios.