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La Conselleria de Familias y Asuntos Sociales del Govern balear ha anunciado una inversión de 1,7 millones de euros para reconvertir 102 plazas residenciales destinadas a personas mayores autónomas en plazas adaptadas a las necesidades específicas de mayores en situación de dependencia. Estas actuaciones se llevarán a cabo en dos residencias ubicadas en la ciudad de Palma: Fontsana Son Armadans y Oasis.

Según ha informado la Conselleria a través de un comunicado, la entidad Res-miro 4 recibirá una subvención de 700.000 euros para acometer obras de reforma o rehabilitación en 44 plazas de la residencia Fontsana Son Armadans. Por otro lado, la entidad Oasis obtendrá una ayuda de 1.050.000 euros que le permitirá reconvertir 58 plazas en la residencia Emera Mallorca. El plazo establecido para completar ambas intervenciones finaliza el 30 de septiembre de 2025.

Estas subvenciones se enmarcan dentro de una convocatoria dirigida a entidades privadas que son titulares de servicios residenciales para personas mayores. El objetivo principal es financiar inversiones que hagan posible la transformación de plazas destinadas a personas autónomas en plazas totalmente adaptadas y preparadas para atender las necesidades específicas de los mayores que se encuentran en situación de dependencia.

Atención integral y de calidad

Los servicios residenciales resultantes tras esta reconversión ofrecerán alojamiento, convivencia y una atención integral a aquellas personas mayores que requieran apoyo para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria. De esta forma, se busca garantizar una atención continuada y de calidad a este colectivo que se encuentra en situación de especial vulnerabilidad.

Las plazas residenciales para personas mayores dependientes son aquellas que están específicamente adaptadas y equipadas para atender las necesidades de este colectivo. Cuentan con instalaciones accesibles, personal especializado y servicios orientados a proporcionar los cuidados y el apoyo que requieren las personas con un cierto grado de dependencia para desarrollar las actividades cotidianas.

Estas plazas residenciales adaptadas son fundamentales para garantizar una atención de calidad y promover el bienestar de las personas mayores que, debido a su situación de dependencia, necesitan una asistencia continua y especializada. Además, contribuyen a mejorar su calidad de vida y a favorecer su autonomía personal en la medida de lo posible. Pueden acceder a estas plazas las personas mayores que hayan sido valoradas y reconocidas oficialmente en situación de dependencia por los servicios sociales correspondientes.

El grado de dependencia determinará el tipo de plaza y los servicios a los que se puede acceder. Los servicios que ofrecen estas plazas incluyen alojamiento, manutención, atención médica y de enfermería, terapias de rehabilitación, actividades de ocio y tiempo libre adaptadas, así como apoyo en las actividades básicas de la vida diaria, como el aseo, la alimentación o la movilidad. El primer paso es solicitar una valoración de dependencia en los servicios sociales correspondientes. Una vez obtenido el reconocimiento oficial del grado de dependencia, se puede tramitar la solicitud de una plaza residencial adaptada a través de los canales establecidos por la administración competente, ya sea a nivel municipal, autonómico o estatal.