La presidenta del Govern, Marga Prohens, y la portavoz de VOX Baleares, Manuela Cañadas, se saludan en el Parlamente de les Illes Baleares en presencia del vicepresidente, Antoni Costa. | Jaume Morey

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La ruptura total de relaciones entre PP y Vox en Baleares no solo ha dejado en el aire la aprobación de los Presupuestos de la Comunitat para el año que viene; también complica la aprobación de otra media docena de leyes que están pendientes de tramitación parlamentaria para salir adelante. En estos momentos ya están aprobados por el Govern o a punto de serlo los proyectos de ley de Costas, de Polígonos, de Conciliación, la revisión de la Ley Agraria y la nueva Ley de Industrias Culturales.

Estos proyectos se han elaborado desde la perspectiva de aprobarse con Vox, que hasta ahora era el socio preferente de Prohens, pero la nueva relación política entre ambos partidos ha hecho que Prohens haya abierto el abanico de la negociación con otras fuerzas políticas. El equipo de la presidenta cree que no habrá problemas con Vox para aprobar dos de los proyectos de ley que ya están en cartera. El de Polígonos es una articulado muy técnico que no tiene por qué dar mayores problemas políticos durante la negociación. Con la revisión de la Ley Agraria que prepara el conseller Joan Simonet, Prohens espera lo mismo: que no haya grandes problemas por parte de sus antiguos socios para que el nuevo texto salga adelante.

Más complicada se prevé la aprobación de la ley de costas, que en realidad se llama proyecto de ley de ordenación y gestión integral del litoral en Baleares. Las medidas relativas a la limitación de embarcaciones o de velocidad en las aguas de la costa balear pueden tener el acuerdo de los partidos de izquierda, pero tal vez no de Vox. A la inversa puede suceder con el despliegue de algunas medidas ambientales de esta norma. El Govern no espera que vaya a haber facilidades de la formaciones de PSIB, Més y Podemos para que esta parte de la norma salga adelante.

Con el proyecto de ley de conciliación sucede lo contrario: el Govern ve más fácil que salga adelante ya que no entendería que la izquierda ponga problemas a la aprobación de esta ley. La presidenta tiene tiempo para negociar estos proyectos ya que el mes de enero es inhábil a efectos parlamentarios.

No habrá plenos en la Cámara balear, lo que es una garantía de que la tensión política caerá varios enteros. En medio de esta aparente calma de enero, el equipo del vicepresident Antoni Costa deberá ponerse a negociar el proyecto de ley de Presupuestos. Prohens lo retiró ante la evidencia de que no tenía los votos para aprobarlo, pero la intención del Ejecutivo es intentar sacarlos adelante a poder ser en el primer trimestre del año para que no haya tensiones de tesorería si la prórroga se alarga más de la cuenta.