Es muy extraordinario en la vida pública que todos los recuerdos de un compañero que permanecen en la memoria sean agradables, estimulantes y dignos de ser recordados. Eso es lo que me sucede con Xisco Antich y seguro que es un sentimiento compartido por todos los que han participado de su dilatada y ejemplar trayectoria pública.
Mi gratitud por su lealtad y el reconocimiento por su tarea merecen estas líneas y mucho más. Con esta disposición de ánimo las escribo.
Es conocido que, como presidente de Illes Balears, impulsó una reforma consensuada del Estatut de Autonomía, con una defensa firme de una financiación más justa para su Comunidad, a la vez que fue un político que se anticipó a su tiempo liderando un proyecto centrado en la sostenibilidad ambiental y turística, y que ponía la cohesión social como su objetivo más querido.
Junto a ello, Xisco fue un federalista con una visión coherente sobre España y su pluralidad, como pilar esencial del equilibrio de nuestra democracia.
Siempre le recordaré en primera línea en defensa del proyecto de ampliación de derechos y libertades de ciudadanía que desarrollamos a partir de 2004 y especialmente en la lucha en favor de la igualdad de género. Fue, por ello, un buen referente de esa generación que hemos aprendido del feminismo la mejor manera de mantener la fe en la promesa democrática.
Con todo, de Xisco queda para mí el testimonio de un gran demócrata, que defendía sus convicciones con firmeza a la vez que mostraba respeto y educación al hacerlo. Nada más alejado de la ira y del fanatismo que Xisco Antich, por eso hoy el reconocimiento a su figura es prácticamente unánime.
Sirvan estas palabras de muy sentido pésame a su familia y a las compañeras y compañeros de Baleares, un pésame, sin embargo, lleno también de orgullo por la evocación de su trayectoria y forma de ser, que aporta sosiego en la tristeza de la pérdida.
Fue una persona con ideales, un demócrata que demostró humildad y ambición por el cambio, un compañero de esos a los que les importa más servir desde la lealtad que ser halagado. Cuando los compañeros le hagan el homenaje merecido, me gustaría estar allí, con Xisco Antich y su recuerdo imborrable.