El otro es el de medidas para la conciliación de la vida laboral y familiar. Este es más político pues roza lo que Vox –su socio de investidura y ahora aparentemente alejado de sus planteamientos– llama batalla cultural: todo aquello que tiene que ver con las cuestiones de género.
Aprobar o no estos proyectos no es ahora la prioridad del Govern. Más importante es aprobar los diferentes decretos para compensar la prórroga de los Presupuestos y la aprobación de estos. Cuando la Cámara balear reanude sus sesiones plenarias –eso ocurrirá en febrero– el Ejecutivo espera haber esbozado un acuerdo. De momento no hay contactos formales con la oposición aunque, según se indicó ayer a este diario, «cuando los haya tampoco los radiaremos».
Tanto desde del Ejecutivo como desde la oposición se indica que la aprobación de nuevas leyes requerirá negociar mayorías. «Iremos ley a ley», comentó Prohens a finales del 2024.
Aunque el Govern tenga solo dos proyectos de ley tramitándose en el Parlament, también ha anunciado otros que están en fase de exposición pública.
Son propuestas que quiere aprobar este año pero que todavía no han sido remitidos a la Cámara: una nueva ley agraria, una de costas una de industrias culturales y, entre otras, una de gobierno abierto e incompatibilidad de altos cargos que cubrirá alguno de los huecos que dejó la eliminación de la Oficina Anticorrupció y que cayó en marzo del pasado año con la aprobación de la ley de creación del registro de transparencia y control las actividades de los cargos públicos.
Esta el ley fue una de las siete que aprobó el Govern el pasado año. Las otras fueron ‘la del taxi’ (que partió de una iniciativa del PSIB), la que reformaba la de bienestar animal (para permitir la entrada de menores; fue una iniciativa de Vox); una sin contenido político (regulaba el colegio de titulados mercantiles), la de medidas urgentes para el acceso a la vivienda, la que limita la entrada de vehículos a las Islas y la de racionalización y simplificación administrativa.
La aprobación de esta última fue la que, a la larga, desató la tormenta. Tramitada inicialmente como decreto ley, su paso por el Parlament llevó a una secuencia compleja de votaciones y un error del PP hizo incorporar una treintena de propuestas de Vox. Hubo que aprobar un decreto ley para anularlas. Y otro para modificar la regulación inicial sobre inundables. El Govern ha recurrido seis veces a la aprobación de decretos que luego ha tenido que convalidar el Parlament. El pleno, según el recuento de la Cámara, celebró 38 sesiones.
2 comentarios
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Miris on miris, tot són guirisAxacta, total ses esquerres no pinten res.
Se tornaran pujar el sou? o legalitzaran més ilegalitats? per ara és l'unic que han fet, ahh també discutir-se entre dretans