El periodista Txema Santana (i) y la abogada Louelia Mint (d), junto a la doctora en Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la UIB, Margalida Capellà. | Jaume Morey

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Los expertos en migración Louelia Mint, abogada especializada en extranjería, y el periodista Txema Santana, asesor del Gobierno canario, han ofrecido esta semana una ponencia en la Universitat de les Illes Balears (UIB) bajo el título Del rescate a la acogida, en la que han hablado de las similitudes entre las rutas migratorias de Canarias y Baleares. Entre las reflexiones que han compartido, destaca la crítica hacia ciertas narrativas que se construyen desde la política para deshumanizar a los menores no acompañados. «Hay que explicar a la sociedad civil que tener un centro de menores no supone una amenaza y parece que en Mallorca ha habido un debate en torno a esta cuestión», ha dicho Mint en referencia a la polémica sobre el Polvorín de Inca.

En este sentido, ha señalado que en Canarias, en cuestión de una semana, un adulto migrante puede haber abandonado el archipiélago y continuado su travesía, pero que «en el caso de los menores no ocurre esto, porque están atrapados en las islas». «No podemos olvidar que se trata de menores, que son exactamente iguales a cualquier otro adolescente, que quieren sentirse parte de sus iguales, ir al instituto, que la chica que le gusta le sonría, tener un iphone y mirar Tik Tok». «El problema es que se mete en un centro a 40 adolescentes sin un personal cualificado y un gobierno responsable que se encargue de tutelarlos e integrarlos, que es una obligación recogida en la Ley de Extranjería», ha recalcado.

También ha apuntado que en la Comunidad canaria «ya hay varias denuncias y procedimientos de investigación, tanto en las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife, por presuntamente algunas entidades haber cometido malversación de fondos para otros fines o por haber avocado a una situación de desprotección». Sobre los supuestos problemas de capacidad para albergar a los menores, ha sido clara: «Es una narrativa mediática que se utiliza para decir 'no podemos más'. Si un político emplea narrativas como las de que se tendrán que habilitar carpas para abordar la emergencia, se le debería caer la cara de vergüenza».

Por otro lado, han abordado la cuestión comunitaria: «La acogida debería ser de responsabilidad estatal, y digo estatal porque decir comunitaria es utópico. No creo que los territorios fronterizos tengan que albergar en solitario el asunto, y no por una cuestión de capacidad, sino por responsabilidad compartida y de justicia con estos menores», ha subrayado Santana. «El Estado no debe hacer que las autonomías cooperen, sino que debe coordinar a las autonomías para que haya una acogida justa e igualitaria entre ellas en base a las características de cada lugar», ha añadido.

Por otro lado, han coincidido en que tras un lustro de llegadas constantes y cada vez más numerosas al archipiélago balear, sí se puede considerar la ruta de Baleares como consolidada; una distinción que el Govern ha reclamado al Gobierno español sin éxito. «En el ámbito migratorio se puede prever y planificar, pero no es una ciencia exacta. La movilidad humana es homogénea. Ahora bien, las Baleares son unas islas próximas a una frontera y en un mundo donde las migraciones que estamos viendo son una tendencia al alza, obviar que es una posibilidad es no querer ver la realidad», ha asegurado el periodista.