Imagen del ministro cubano, Juan Carlos García Granda, y Gabriel Escarrer, con Fidel y Escarrer padre de fondo durante el homenaje póstumo celebrado este martes en Madrid. | Enrique Fueris

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El Gobierno de Cuba hizo este martes entrega de la condecoración de la Orden de la Solidaridad al fallecido Gabriel Escarrer Julià, en reconocimiento póstumo a su contribución al desarrollo turístico del país en un acto celebrado en la Embajada de Cuba en Madrid. Su hijo Gabriel Escarrer Jaume, CEO de Meliá Hotels International, fue el encargado de recoger la distinción, que fue concedida a finales del pasado año, unos pocos días antes del fallecimiento del hotelero mallorquín.

El acto -celebrado a las puertas del inicio de la Feria Internacional de Turismo de Madrid, Fitur, que arranca este miércoles- contó con la presencia del ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, y del embajador Marcelino Medina. Asimismo, se proyectó un vídeo en que el primer ministro del país caribeño, Manuel Marrero Cruz, dedicaba unas palabras al homenajeado.

Los mandatarios cubanos agradecieron el apoyo y la colaboración de Meliá desde el inicio de la andadura cubana de la hotelera en 1989, con la apertura de su primer hotel en el país un año después, el Hotel Sol Palmera. En especial, subrayaron, en un contexto sumamente difícil por el «bloqueo ilegal e injusto» promovido por el Gobierno de EEUU y que ha tenido también consecuencias personales (el propio Escarrer Jaume vio vetada su entrada al país por decreto de la primera administración Trump).

Por ello, Medina puso en valor el compromiso de Escarrer Julià y su «amistad valiente e inquebrantable con nuestra patria y con Fidel». Hoy, la cadena cuenta con 36 hoteles y casi 16.000 habitaciones en la república caribeña.

Escarrer Jaume, visiblemente emocionado, recogió la condecoración en nombre de su padre, de quien recordó que «siempre me decía que no teníamos que decepcionar a nuestros amigos cubanos», ya que «ellos habían puesto toda su confianza en nosotros para el desarrollo de su modelo turístico». El CEO de Meliá, en referencia a situaciones como el veto de Trump, reconoció los «desafíos a nivel personal» que ha supuesto el apoyo a Cuba, apoyo que se comprometió a mantener bajo la premisa de que «no se entendería Meliá sin la apuesta incondicional por Cuba desde 1989». Por último, hizo hincapié en la labor desarrollada por la cadena en formación de sus trabajadores. «Mi padre me decía que teníamos que ser la mejor escuela de talento del país».