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Baleares se sitúa en la undécima posición de una clasificación del Índice de Desarrollo Turístico (IDT), que está integrada por 325 regiones de 45 países que se mantienen activas como destinos turísticos. El IDT evalúa el conjunto de factores y políticas que determinan la capacidad de una región para forjar un sistema turístico sostenible y resiliente a favor del progreso de la sociedad, a través de 15 pilares y 95 indicadores, ha informado la fundación Impulsa Baleares. Al archipiélago la acompañan, en el tramo 'muy alto' de la distribución, otras comunidades autónomas españolas como Madrid, en primera posición; Cataluña, la segunda; Comunidad Valenciana, que es quinta, seguida de Andalucía y Canarias.

La presidenta del Govern, Margalida Prohens, ha anunciado este jueves en Fitur que Baleares será la primera región en medir su éxito turístico en base al índice de desarrollo turístico del Foro Económico Mundial. Así lo ha comentado en FITUR, durante la presentación de la Fundación Impulsa de los indicadores de competitividad.

La herramienta, presentada por el director técnico de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, ofrece nuevos indicadores para valorar el éxito de las islas, no solo por el volumen, sino por otros parámetros, que deben ser los que determinen el liderazgo como destino turístico. «Se trata de medir nuestro éxito turístico no sólo en cifras de visitantes, de facturación y de rentabilidad económica, sino en base al desarrollo turístico, entendido como la traducción del éxito en bienestar», ha afirmado Prohens.

La presidenta ha manifestado que el Govern asume este índice de desarrollo turístico como hoja de ruta para avanzar hacia el futuro y en la transformación de Baleares. «Ha llegado el momento de volver a ejercer ese liderazgo, de volver a ser referentes, el momento de ser disruptivos y de ser un destino a la vanguardia», ha remarcado.

En detalle el archipiélago balear sitúa sus principales fortalezas en pilares clásicos de una región con una larga tradición turística. En este sentido, ocupa la primera posición de la lista en pilares como la priorización del turismo y el transporte aéreo.

La comunidad balear también cuenta con puntuaciones muy ventajosas en pilares como las instalaciones y los servicios turísticos (5ª), la contribución socioeconómica del turismo (14ª), la dotación de recursos naturales (20ª) y los aspectos relacionados con la seguridad, la salud y la higiene (25ª). Desde una perspectiva de mercado, estas marcas, ha explicado Riera, «son indiscutibles, pero para conectar turismo y progreso económico y social hay que ampliar el angular».

«La visión sistémica del nuevo IDT permite extraer tres consignas clave para mejorar la respuesta que Baleares da al fenómeno global y complejo del turismo, eso quiere decir, cómo lo acoge, y al mismo tiempo, cómo se beneficia», ha añadido el experto. Oportunidades de mejora La primera consigna, ha dicho Riera, recomienda redoblar esfuerzos en los pilares que conectan directamente con las fortalezas y que, además, sitúan las puntuaciones en un tramo alto de la clasificación.

Las islas encuentran oportunidades de mejora en pilares que ponen en valor la base de recursos culturales, la preparación tecnológica y el transporte marítimo y terrestre, a la vez que señalan la importancia de revertir desventajas en sostenibilidad ambiental, especialmente relacionadas con la concentración de partículas en la atmosfera y el estrés hídrico. La segunda consigna se refiere a la importancia de abrir vías de sofisticación del tejido productivo para conseguir que el entorno regional defina el turismo y no a la inversa, «un desafío que requiere un nivel de exigencia superior en el archipiélago», según Riera. El tercer punto va dirigido a afrontar los riesgos con los que topa el desarrollo turístico de las islas en materia de sostenibilidad de la demanda turística, ya que el archipiélago computa su puntuación más baja en este pilar, y se sitúa en la 308ª posición.