TRIBUNALES

El Consell, responsable de la muerte de un motorista al chocar con un guardarraíl

El Consultiu estima que existe una culpa en la administración por no adaptar el quitamiedos

El siniestro se produjo entre Andratx y Peguera en noviembre de 2022 en una curva no muy pronunciada. La gravedad de los daños fue causada por el choque con la bionda. | Michel's

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El Consell Insular tendrá que indemnizar a la familia de un motociclista que falleció en un accidente de tráfico por no tener instaladas en ese punto barreras de contención seguras. Aunque el accidente fue responsabilidad del propio fallecido, según el atestado de la Guardia Civil, los informes médicos corroboran que fue el impacto de la cabeza con el quitamiedos lo que determinó la gravedad de las lesiones y el fallecimiento.

El accidente ocurrió en noviembre de 2022 en el tramo de carretera que une Peguera con Camp de Mar. Según el atestado de la Guardia Civil, el motociclista inició un adelantamiento irregular en una curva no demasiado acentuada. Además, circulaba a una velocidad excesiva. Se salió de la vía por el lado derecho, cayó y topó con la bionda. Durante nueve meses estuvo ingresado en un hospital en coma antes de fallecer. La familia presentó una reclamación por responsabilidad patrimonial ante el Consell Insular. Los técnicos de la institución argumentaban que la infraestructura estaba dotada en el momento de su construcción con elementos legales y que no tenía obligación de instalar sistemas de protección de motociclistas en ese tramo por las características del mismo: la carretera no era especialmente peligrosa ni esa curva muy acentuada.

Sin embargo, el Consell Consultiu se decanta por compensar de forma parcial a la familia. El dictamen de la institución concluye «fue el impacto del pretil lo que provocó la gravedad de les lesiones» y repasa la normativa que indica que, en aquel momento «era recomendable la utilización de sistemas de protección de tipo continuo», que minimizan los daños para los motociclistas en caso de impacto.
Así, la conclusión es: «Podemos afirmar que la bionda y los pretiles existentes cumplían con la normativa, pero tampoco hay dudas sobre la conveniencia de haber instalado sistemas para protección de motociclistas».

De esta forma, el dictamen valora que existe una culpa doble en el resultado del accidente: por un lado del motorista por no respetar las normas de circulación y, por otra, del Consell, por no disponer de sistemas de protección mejores en ese punto. Así, de la petición inicial de indemnización que formulaban el hijo, la madre y la hermana del fallecido, consideran adecuado que les sea abonado un 15 por ciento. La petición ascendía a 300.000 euros, aunque la familia podría recurrir en los tribunales la compensación que abone finalmente el Consell Insular.