Treinta años antes de la llegada del boom turístico a Mallorca la mayoría de la población activa de la Isla se dedicaba al sector de transformación e industrial. Eran entre un 30 y un 35 %, según los expertos. Ramón Molina de Dios, especializado en Historia Económica y profesor emérito de la UIB explica que «esa es la ratio de una sociedad plenamente industrializada».
El motor principal de esa época de dominio de las fábricas estaba en la fuerza bruta de sus trabajadores, cosa que hacía que las Islas tuvieran una industria fuertemente competitiva y variada. A la industria más tradicional (agroalimentaria y textil) se le sumaron con el tiempo fábricas químicas e incluso de uniformes y armas para satisfacer la demanda adaptándose a los distintos momentos históricos.
«Durante la Guerra Civil y la posguerra Mallorca era una isla plenamente industrial hasta el punto de que sirvió al ejército franquista fabricando municiones y vestimenta. El Golpe de Estado triunfó desde el primer día, por eso la industria local suministró implementos a los sublevados prácticamente desde el alzamiento», dice el profesor Molina de Dios.
Catálogo de Manufacturas Femu.
Manufacturas Femu, fue una de las fábricas de producción metalúrgica que sufrió ese proceso de transformación pasando de fabricar tornillería a construir y vender armas durante la Guerra Civil Española. Situada en el Camí de Son Ferragut, entre las barriadas de sa Indioteria, Son Oliva, Son Gelabert y El Amanecer en Palma vivió años de esplendor hasta sucumbir finalmente, como otras fabricas de Mallorca, por la competencia de la ‘industria’ turística, mucho más atractiva para sus trabajadores.
«No encuentran mano de obra especializada porque la que tenían prefieren irse al sector turístico donde cobran más y tienen más prestigio social. Pasan a ocupar cargos medios en hoteles de forma que los que hasta entonces eran trabajadores de cuello azul (en alusión a su vestimenta) se convierten en trabajadores de cuello blanco», reflexiona el profesor Ramon Molina de Dios.
El boom urbanístico desdibujó en la memoria colectiva la importancia pasada de la factoría Femu. Sus propietarios la demolieron en el año 2006 para dejar espacio a una urbanización residencial con más de 700 viviendas, un colegio de educación infantil y otro de primaria.
Tal y como ocurre con otras fábricas de principios del siglo XX la fábrica de herramientas Femu la instalaron ingenieros llegados desde países extranjeros. «La montaron especialistas italianos desplazados a Mallorca entre 1922 y 1923 y partir de ahí siguió su propio camino. Femu fabricaba maquinaria de precisión y herramientas de corte como brocas y cinceles. Era una industria muy especializada y competitiva. Empresas británicas le compraban el material por la calidad de sus brocas. Ocupaba a ochenta trabajadores», relata el profesor emérito del departamento de Economía de la UIB.
Postal publicitaria de Factoría Femu, a la venta en páginas de coleccionismo.
En su investigación Coste del trabajo y coste de la vida como condicionantes del desarrollo industrial. Mallorca (1850-1936) Ramon Molina de Dios da cuenta del peso de la industria en Mallorca desde finales del siglo XIX y su capacidad de transformación para adaptarse a la nueva coyuntura internacional, primero durante la Guerra Civil y después durante la II Guerra Mundial.
«Queda de manifiesto la agilidad del tejido empresarial isleño para obtener ventajas inmediatas a partir de una coyuntura excepcional, aunque, a medio plazo los resultados hiciesen peligrar una situación favorable en los mercados peninsulares consolidados. Los empresarios se lanzaron a fabricar masivamente implementa para los países beligerantes empleando toda la fuerza de trabajo disponible: si la guerra demandaba frazadas de lana, las fábricas laneras no paraban de día ni de noche; si los ejércitos demandaban calzado militar, los zapateros trabajaban a destajo», publica.
En ese mismo trabajo Molina de Deu describe cómo la industria mallorquina «encara el reto de la producción de guerra manteniendo, esencialmente, su antigua estructura manufacturera basada en una mecanización limitada y en el uso intensivo de la fuerza de trabajo».
«El sistema de pago por obra terminada que predomina en las industrias del calzado y textil, dos de las más beneficiadas por la guerra, facilita la reducción de los salarios nominales en coyunturas de recesión o estancamiento, pero también los incrementa sustancialmente en momentos de auge productivo», añade.
Para el investigador «esta podría ser la explicación al hecho de que, durante los años de guerra, no se observa una agitación obrera particularmente intensa» que sí se da en otros periodos. Con en paso del tiempo ni siquiera las promesas de engrosar sus sueldos fueron capaces convencer a los trabajadores de la industria. Los obreros prefirieron colgarse la chaquetilla blanca y convertirse en recepcionistas de una nueva 'industria' entonces incipiente (la turística) hoy convertida prácticamente en un monocultivo.
Y hoy en día nadie quiere trabajar en el sector turístico donde los jefes y/o empresarios vivieron los años dorados ganando fortuna y montar su imperio.
Estos mismos son los que han destrozado la gallina de los huevos de oro. Implantando unas condiciones pésimas, jornadas interminables, sueldos bajos. En los 70y 80 se ganaba muy bien en el sector. En muchos sitios te daban vivienda, la gente podía comprarse un solar y hacerse un chaletito, o algun apartamento en la playa. Hoy en día viven en zulos de 30m2 por 1000€ al mes . Está Esta es la generación que nos han dejado.
Sálvense quien pueda!!!!!
Simplemente está pasando lo que muchos, desde hace más de veinte años, vimos, vemos y veremos que va a pasar.
Es pegarse un tiro, como mínimo en el pie, el tener todos los huevos en el mismo cesto. Pero, por desgracia, los que han gobernado y los que gobiernan no se lo creen.
Si Mallorca hagués apostat per la industria en lloc del turisme seríem un referent en molts d'àmbits i ara no estariem saturats ni mos hauríem empobrit. Quantes mentides mos han contat del negoci del turisme i que tard mos n'hem adonat...pobresa generalitzada (riquesa d'uns pocs), destrucció del territori i substitució demogràfica, això és sa realitat que ja ningú podrà tapar.
Hi ha vida més enllà del turisme, s'ha amagat per poder justificar l'encimentament sense control. Hem de tornar enrera, mos vàrem equivocar fort, ara toca arreglar l'error
9 comentarios
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Y hoy en día nadie quiere trabajar en el sector turístico donde los jefes y/o empresarios vivieron los años dorados ganando fortuna y montar su imperio. Estos mismos son los que han destrozado la gallina de los huevos de oro. Implantando unas condiciones pésimas, jornadas interminables, sueldos bajos. En los 70y 80 se ganaba muy bien en el sector. En muchos sitios te daban vivienda, la gente podía comprarse un solar y hacerse un chaletito, o algun apartamento en la playa. Hoy en día viven en zulos de 30m2 por 1000€ al mes . Está Esta es la generación que nos han dejado. Sálvense quien pueda!!!!!
Mallorquí i espanyol!Curiós que es tres models que has mencionat creen misèria en si mateix
Ahora solo nos queda servir tapas…..
BernatPaneretaCap illa del món te industria com a motor principal. Cap!!! Només hi ha 3 models per una illa: Turisme, parais fiscal i misèria …
Son ya varias veces que he comprado brocas o fresas chinas y me las han dado de hierro dulce, no cortan nada.
Simplemente está pasando lo que muchos, desde hace más de veinte años, vimos, vemos y veremos que va a pasar. Es pegarse un tiro, como mínimo en el pie, el tener todos los huevos en el mismo cesto. Pero, por desgracia, los que han gobernado y los que gobiernan no se lo creen.
Sólo hay que mirar inca y Manacor lo que heran y como están ahora
Si Mallorca hagués apostat per la industria en lloc del turisme seríem un referent en molts d'àmbits i ara no estariem saturats ni mos hauríem empobrit. Quantes mentides mos han contat del negoci del turisme i que tard mos n'hem adonat...pobresa generalitzada (riquesa d'uns pocs), destrucció del territori i substitució demogràfica, això és sa realitat que ja ningú podrà tapar.
Hi ha vida més enllà del turisme, s'ha amagat per poder justificar l'encimentament sense control. Hem de tornar enrera, mos vàrem equivocar fort, ara toca arreglar l'error