El conseller José Luis Mateo y las directoras Catalina Salom y Trinidad Sánchez, durante la firma. | CAIB

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El conseller de Habitatge, Territori y Mobilitat, José Luis Mateo, ha firmado este martes un convenio de colaboración, para ceder al Institut de Treball Social y Serveis Socials, (Intress) dos pisos para mujeres víctimas de violencia machista. El acuerdo forma parte de marco de colaboración con el IB-Dona por el cual el IBAVI se compromete, en un margen de cuatro años, a ceder hasta 50 viviendas para este fin. Por el momento el IVABI ya ha cedido 27 espacios a diferentes entidades e instituciones, de las 178 que tiene conveniadas con entidades sociales. Las de este nuevo convenio estarán disponibles en febrero.

Los inmuebles serán pisos transitorios para víctimas de violencia de género que estén terminado su proceso de recuperación y no tengan un lugar donde desarrollar una vida independiente. Cuentan con dos y tres habitaciones y una superficie de 73 y 89 metros cuadrados, respectivamente. Intress contará con un presupuesto de 20.000 euros por piso para amueblarlos. El acuerdo tiene una vigencia de cuatro años y es prorrogable cuatro más. «Normalmente la administración no retira pisos, solo se hace cuando la entidad decide que ya no los necesita», ha aclarado la directora del IB-Dona, Catalina Salom.

Para poder acogerse a este convenio macro, las entidades y administraciones deben acudir al IB-Dona, que se encarga de emitir los informes que estipulan si las propuestas son válidas o no. Además, el Institut ofrece una subvención permanente de 180.000 euros para amueblar las viviendas. Los tiempos de permanencia son variados, ya que cada mujer tarda más o menos en encontrar una alternativa habitacional; pero «de media», suelen permanecer en el piso cedido uno año, según ha dicho la directora territorial de Intress, Trinidad Sánchez,

Este es el primer contrato que Intress firma con IBAVI, pero Sánchez ha avisado de que «necesitamos muchos más». La institución tiene otros pisos cedidos con otros organismos a través de contratos diferentes, ya que en unos la administración cede los pisos y en otros aporta una cantidad para que Intress los alquile. El problema es que estos acuerdos se firmaron hace años y «nos cuesta mucho encontrar pisos, porque están carísimos». Sánchez estima que en estos momentos necesitarían al menos entre 10 y 15 viviendas entre este y el próximo año.