El presidente Llorenç Galmés y la madre superiora de las Hermanitas de los Pobres, Concepción Dolera. | Pere Bota

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El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, y la madre superiora de las Hermanitas de los Pobres, Concepción Dolera, han firmado el documento que formaliza el traspaso de la residencia de mayores de las Hermanitas de los Pobres, en General Riera. De esta manera, a partir de este sábado, 1 de febrero, el lugar pasa a estar gestionado y es propiedad de la la Institución insular. Según el acuerdo, el centro quedará en manos del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) y las plazas actuales formarán parte de la red pública de atención a la dependencia.

Según Galmés, este viernes «es un día importante para Mallorca», ya que «a partir de mañana la red pública incorporará 50 trabajadores más». En este sentido, ha detallado que en los próximos años, los planes del Consell pasan por «aumentar la plantilla para mejorar el servicio con 35 plazas más». «Queremos que esta residencia sea un centro sociosanitario de referencia en la Isla», por eso «iremos ampliando el número de servicios que se podrán ofrecer en las Hermanitas de los Pobres», ha asegurado.

La adquisición del inmueble se fraguó este verano con la compra del mismo el 25 de junio por 11 millones de euros. Por su parte, el IMAS asumirá la atención de las personas que residen actualmente en él, 48 usuarios en estos momentos, y conservará el equipo directivo. Además, ha subrogado a los 50 empleados que a figuraban en la plantilla actual, de manera que ahora serán personal laboral de la institución. Los planes de futuro incluyen la construcción o ampliación de un centro de día; así como el desarrollo del proyecto 'Ca Nostra'.

Esta última iniciativa tendrá como objetivo «dar facilidades a las personas con discapacidad para que puedan acceder a una vivienda». Su incorporación se produciría a medio plazo y utilizaría uno de los edificios del complejo para albergar 21 apartamentos completamente adaptados para personas con movilidad reducida. Los usuarios compartirían los pisos durante un periodo determinado de tiempo. También, se pretende crear diez plazas «reales y efectivas durante 2025» para personas que se encuentren en una situación de emergencia y necesiten una estancia temporal.