Desokupan una antigua plaza de toros en un espacio natural de Ibiza

Un equipo de Guardians Control viaja desde Mallorca para desalojar del recinto a una quincena de personas, que custodiaban gallos de pelea y perros

Una dotación de la Guardia Civil, durante el momento de la salida de los okupas. | Guardians Control

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La okupación en Baleares ha vivido un episodio más que llamativo en un escenario nada habitual para las empresas encargadas de gestionar la salida de estos 'inquilinos' no esperados. Y es que este martes, un equipo de Guardians Control, acompañado por el abogado Lázaro Lucio de Oliveira, ha culminado dos jornadas de trabajo para desokupar lo que fue una antigua academia taurina, con un pequeño coso en su interior, ubicada en pleno paraje natural de Ses Salines, en el municipio de Sant Josep.

Un recinto marcado por la polémica judicial que le envolvió años atrás, cuando un juzgado ordenó el derribo del complejo Toro Mar, construido entre 1999 y 2002 en el interior del Parque de Ses Salines, en zona ANEI y sin disponer de licencia. Un recinto que, años después, fue adquirido por el que fuera propietario de Pachá, Ricardo Urgell, con el fin de reformar el complejo para darle un nuevo uso como establecimiento de ocio o discoteca, aunque finalmente no pudo llevarse a cabo este proyecto.

Los desokupas establecieron desde el pasado lunes un cordón de seguridad y controles de acceso, bajo el seguimiento de la propietaria del recinto. Finalmente, este miércoles abandonaron Toro Mar sus quince okupas, de etnia gitana, entre ellos un menor, que custodiaban animales tales como gallos de pelea o perros de razas potencialmente peligrosas, que una vez concluida la desokupación, han pasado a estar tutelados por la Fundación Natura Parc, que ha desplazado a técnicos a la zona para encargarse de las aves y los canes.

La Guardia Civil ha estado presente en el momento de la desokupación, levantando un atestado que certifica que el establecimiento, antigua academia taurina con una pequeña plaza en su interior, ha quedado vacío y ha sido devuelto a su propietaria. Después de dos intentos fallidos, el equipo de Guardians Control ha concretado la salida de los okupas con el mismo método que llevó a cabo días atrás en el complejo turístico Bellevue del Port d'Alcúdia.

Miembros de Guardians Control, recorriendo la zona.

Lo llamativo del escenario de este episodio de desokupación -una academia taurina con plaza incluida- lo hace más curioso todavía dentro de una espiral en la que las operaciones en viviendas, o más recientemente en establecimientos hoteleros, se han convertido en punto central de la agenda de este tipo de empresas especializadas.